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RCP: Pasos para aplicar una reanimación cardiopulmonar

Parada cardiorrespiratoria

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una de las técnicas de auxilio de mayor importancia para cualquier persona. En cualquier momento cabe la posibilidad que se presencie una parada cardiorrespiratoria en una persona y los primeros instantes son fundamentales para lograr salvar una vida. Y es que el corazón puede dejar de latir de forma brusca e inesperada, llegando a interrumpir el bombeo de la sangre y, por consiguiente, impidiendo su circulación.  La gravedad de la situación es tal que en apenas minutos se pueden producir lesiones en distintos tejidos y órganos del cuerpo que provocan una muerte súbita. 

Una parada cardiorrespiratoria puede ocurrirle a cualquiera. Desde una persona sana o con antecedentes de enfermedad cardiovascular, en cualquier sitio o situación. Es por ello que se debe estar preparados para aplicar una técnica de RCP. Las posibilidades de supervivencia de una persona que padece una parada respiratoria aumentan en un 70 por ciento si se actúa antes de que se personen los equipos de emergencias. Lo ideal es comenzarla durante los cuatro primeros minutos para conseguir que los órganos del paciente sufran el menor daño posible. 

Solo en España se produce una media de 30.000 paradas cardiorrespiratorias con una supervivencia que se sitúa solo en torno al 5 y al 10 por ciento. El 20 por ciento de quienes la padecen sufren apenas secuelas si se les realiza el RCP básico, pero solo el 3 de cada 10  españoles saben aplicarla.  

La reanimación cardiopulmonar (RCP)

La reanimación cardiopulmonar es una técnica útil para salvar vidas en casos de infarto. La Asociación Americana del Corazón recomienda que toda persona comience un RCP con la comprensión de pecho. Es infinitamente mejor hacer algo que no hacer nada en absoluto, porque puedes salvar una vida.  Pero como decimos, en nuestro país apenas hay gente que sabe cómo aplicar un RCP. 

Si no te ves capacitado o capacitada para aplicar un RCP, practica compresiones de pecho sin interrupción de 100 a 120 por minuto. Si tienes capacitación y preparación, comprueba el pulso y respira. Si no tiene pulso en 10 segundos comienza las compresiones de pecho. Primero 30 compresiones de pecho antes de dar dos respiraciones de rescate. 

Cabe destacar que esta RCP  se aplica tanto en adultos como en mayores y bebés. La intención del RCP es mantener el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales hasta que llega el tratamiento médico específico. Una persona puede morir en 8 o 10 minutos cuando el corazón se detiene. 

Pasos para aplicar una RCP en adultos

Lo ideal para aplicar una RCP es seguir el proceso C –V- R (compresión, vías respiratorias, respiración) para recordar los pasos a seguir para practicar una reanimación cardiopulmonar, los mismos que puedes contemplar en el vídeo tutorial de la Asociación Americana del Corazón, disponible a continuación: 

 

Compresión: 

  • Coloca a la persona hacia arriba sobre una superficie firme. 
  • Arrodíllate junto al cuello y hombros de la persona. 
  • Coloca la palma de una mano en el centro del pecho del paciente, entre los pezones. 
  • Coloca la otra sobre la anterior. Mantén codos derechos y posiciona los hombros directamente arriba de las manos. 
  • Utiliza el peso de la parte superior del cuerpo para presionar el pecho con fuerza al menos 5 centímetros pero no más de 6. 
  • Presiona con firmeza a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto. 

Vías respiratorias:

  • Tras las 30 compresiones torácicas, abre las vías respiratorias de la persona mediante la maniobra de inclinar la cabeza y levantar el mentón. 
  • Coloca la palma sobre la frente de la persona e inclínale lentamente la cabeza hacia atrás. 
  • Con la otra mano, levántele el mentón hacia adelante para abrir las vías respiratorias. 

Respiración

  • La conocida como respiración de rescate puede llevarse a cabo boca a boca o boca a nariz si la boca está gravemente lesionada o no se puede abrir. 
  • Con las vías respiratorias abiertas, cierre las fosas nasales con los dedos para hacer respiración boca a boca y cubra la boca de la persona con la suya sellándola por completo. 
  • Proporciona dos respiraciones de rescate: la primera de un segundo de duración y observando si se eleva el pecho. Si lo hace proporciona la segunda. 
  • Si no se eleva el pecho repite la maniobra de inclinar la cabeza y levantar el mentón y luego proporciona la segunda respiración. 
  • Treinta compresiones torácicas seguidas de dos respiraciones de rescate se consideran un ciclo. 
  • Debes tener cuidado de no proporcionar demasiadas respiraciones y de no respirar con demasiada fuerza. 
  • Reanuda las compresiones torácicas a fin de restablecer la circulación. 
  • Apenas haya un desfibrilador externo automático disponible, colócalo y siga las instrucciones. 
  • Aplique una descarga y reanude la reanimación cardiopulmonar por las compresiones durante dos minutos más, antes de administrar una segunda descarga. 

En caso de no estar capacitado para utilizar un desfibrilador externo automático, un operador del 112 puede indicarte cómo usarlo. En caso de que no existiera continua con la reanimación cardiopulmonar hasta que notes signos de movimiento o bien hasta que los responsables de emergencias se hagan con la situación. 

*NOTA: Este artículo tiene una finalidad informativo- divulgativa. Siempre ha de ser un médico especialista el que determine los procesos de diagnosis, tratamiento y terapias complementarias que estime. Si cree que puede estar enfermo acuda a su centro de salud o a un especialista colegiado, bajo ningún concepto se automedique o tome decisiones relativas a su salud en virtud de lo leído aquí o en cualquier otro sitio web.

FUENTES: 

Fundación Española del Corazón (FEC) 

American Heart Association (EEUU)

Mayo Clinic 

 

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