Igualmente, el asma causa episodios repetitivos de sibilancias (silbidos producidos al respirar), presión en el pecho, dificultad para respirar y tos. Dicha tos con frecuencia se presenta por la noche o durante las primeras horas de la mañana.
¿Cuáles son las causas del asma?
Se desconoce cuál es la causa exacta del asma. La mayoría de los investigadores creen que es necesaria una combinación de factores, tales como genes familiares y ciertas exposiciones a factores ambientales para que el asma se presente, generalmente en los primeros años de vida.
Estos factores son:
• Una tendencia hereditaria a presentar alergias (también denominado «atopia»)
• Presencia de asma en el padre o la madre.
• Ciertas infecciones respiratorias durante la infancia.
• Contacto con alérgenos (sustancias que pueden producir alergias) que se transportan por el aire, o exposición a algunas infecciones virales en los primeros meses o años de vida, cuando el sistema inmunitario se está desarrollando.
En las familias con antecedentes asmáticos, la exposición a alérgenos transportados por el aire (ácaros del polvo, caspa de gato, etc) y a sustancias irritantes (humo de tabaco) pueden hacer que las vías respiratorias reaccionen con más intensidad ante sustancias presentes en el aire que usted respira.
Las personas que presentan asma debido a la exposición a ciertos irritantes se conoce como asma ocupacional.
Población de riesgo a sufrir asma
El asma afecta a personas de todas las edades, pero por lo general se comienza a padecer en la infancia. Los niños pequeños que tienen episodios frecuentes de sibilancias cuando sufren infecciones respiratorias y que además presentan otros factores de riesgo determinados tienen más probabilidades de presentar asma que dure hasta después de los 6 años.
Entre estos factores se encuentran
• Alergias diversas (La mayoría de las personas que tienen asma tienen también padecen alergias)
• Padecer eccemas -una enfermedad alérgica de la piel-
• Padre o la madre asmáticos.
Entre los niños hay más varones que niñas con asma. Sin embargo, entre los adultos hay un mayor porcentaje de mujeres que hombres con asma.
No se conoce con certeza si el sexo y las hormonas sexuales tienen relación con las causas de la enfermedad.
Síntomas que presenta el asma
• Tos: con predominio nocturno y de madrugada. Igualmente esta relacionada con las emociones y el ejercicio físico.
• Sibilancias o pitos:
• Opresión torácica: en multitud de ocasiones se manifiesta con sensación de pesadez o tirantez en el pecho.
• Disnea o fatiga: dificultad para respirar pudiéndose manifestar con respiración entrecortada o jadeante. En casos severos la fatiga obliga a permanecer al niño sentado y pudiendo afectar a la capacidad de hablar o alimentarse.
Perspectivas de la enfermedad
En la actualidad el asma no tiene curación definitiva alguna, si bien, existen tratamientos que permiten aliviar y controlar los síntomas de la enfermedad. Pudiendo llevar una vida normal y activa, pudiendo dormir toda la noche sin las interrupciones causadas por el asma.
Para lograr un tratamiento exitoso, completo y constante, los pacientes personalmente, deben participar activamente en el control de su enfermedad.
Diagnostico del asma
Habitualmente, el médico de atención primaria diagnostica el asma basándose en el historial clínico del paciente, el examen médico y los resultados de las pruebas realizadas expresamente. Además, podrá determinarse el grado de intensidad del asma, pudiendo ser esta intermitente, leve, moderada o grave. Del grado de intensidad dependerá el tratamiento que usted debe iniciar.
Diagnostico del asma en niños pequeños
Gran parte de los niños que sufren asma presentan los primeros síntomas antes de los 5 años. Sin embargo, el asma puede ser difícil de diagnosticar en niños pequeños (menores de 5 años). A veces puede ser difícil determinar si un niño tiene asma o alguna otra enfermedad infantil, porque los síntomas de ambas pueden parecerse.
A todo esto podemos añadir que son muchos los niños pequeños que presentan episodios de sibilancias, cuando se resfrían o tienen infecciones respiratorias, que no padecen finalmente asma tras los primeros 6 años de vida.Estos síntomas se pueden deber a que en los bebés las vías respiratorias son más pequeñas que en los adultos, y pueden estrecharse aún más cuando hay un resfriado o una infección respiratoria.
Las vías respiratorias crecen a medida que el niño crece, de modo que cuando éste se resfría ya no presenta sibilancias.
La forma más segura de diagnosticar el asma es someter al paciente a una prueba de funcionamiento pulmonar, revisar la historia clínica y realizar un examen médico. Sin embargo, la prueba para el funcionamiento de los pulmones es difícil de hacer en niños menores de 5 años. Por eso los médicos deben centrar su diagnostico en la historia clínica, signos, síntomas y en el examen médico del niño.
Tratamiento del asma
Dado que el asma no tiene cura definitiva, el objetivo del tratamiento es controlar la enfermedad. El buen control del asma permitirá:
• Prevenir los síntomas crónicos y molestos. (Tos, dificultad para respirar, etc.)
• Disminuir la necesidad de usar medicamento.
• Ayudar a mantener los pulmones funcionando con normalidad.
• Facilita alcanzar niveles normales de actividad diurna y dormir toda la noche.
• Prevenir ataques agudos de asma que obligan acudir al servicio de urgencias, e incluso la hospitalización.
Participar activamente en el control del asma implica colaborar con el médico y con otros profesionales que forman parte del equipo que lo atiende para crear y seguir un plan de acción contra el asma. Esto significa evitar los factores que puedan provocar el asma y tratar otros problemas de salud que puedan interferir con el control del asma.
Un plan de acción contra el asma le sirve de guía para tomarse sus medicinas correctamente, evitar los factores que empeoren el asma, estar al tanto del nivel al que está controlada la enfermedad, responder a las crisis de asma y buscar atención médica de urgencias cuando sea necesario.
Para el tratamiento del asma se utilizan dos tipos de medicamentos:
1. Medicamentos de control a largo plazo: estos fármacos permiten disminuir la inflamación de las vías respiratorias y prevenir los síntomas del asma.
2. Las medicinas de alivio rápido o «de rescate» alivian los síntomas de asma que aparezcan de formar rápida.
El tratamiento inicial que reciba el paciente asmático dependerá de la gravedad de su enfermedad. De igual forma el tratamiento de seguimiento y control dependerá del plan de acción diseñado por el médico, en cuanto al control de los síntomas y la prevención de los ataques de asma.
El tratamiento del asma en ciertos grupos, como niños, mujeres embarazadas o personas en las que el ejercicio físico provoca asma, deberá ajustarse para que se amolde a las necesidades de estas personas.
Recuerda siempre que:
• Las personas con asma pueden llevar vidas activas normales siempre y cuando aprendan a controlar su enfermedad.
• Debe mantenerse alejado de todo aquello que pueda provocarle los ataques de asma.
• No olvide tomar los medicamentos para el asma tal y como el médico lo ha prescrito.
• Acuda a su médico con la frecuencia establecida (dos o tres veces al año).
• Debe someterse a todos los controles indicados para la patología asmática.
• Aunque se sienta bien y no tenga molestias para respirar, deberá acudir al medico especialista, esto permitirá disponer de una historia clínica mas completa y con mayor información.