El ruido. Tu jefe. Tus hijos. Tu pareja. Las facturas. El tráfico. ¿Te parecen pocos motivos para estar en un estado permanente de estrés? En absoluto. De hecho son más de los que se pueden considerar saludables.
Pues bien, por todo ello, ni que decir tiene que necesitamos, sí o sí, un momento para nosotros. No solo para que nuestro cuerpo se relaje. También para que nuestra mente viaje a un lugar en donde reine la paz y la tranquilidad. Y para ello, nada mejor que un masaje relajante.
¿En qué consiste un masaje relajante?
Aunque este masaje solo puede ser ejecutado por un profesional, se puede decir que consiste en algo muy sencillo, y al mismo tiempo muy efectivo.
Se trata de deslizar las manos sobre las zonas que tienden a acumular la mayor parte de la tensión muscular. El cuello, la espalda y la zona lumbar son las principales candidatas. Eso sí, nada de movimiento bruscos. Solo pasadas que alivien, de manera progresiva, el estado de tensión que tenemos.
¿Cuáles son los beneficios que aporta?
Aquí viene lo bueno. Ni te imaginas la cantidad de beneficios que tiene un masaje relajante a todos los niveles:
- Mejora el sueño. A mayor relax, más calidad de sueño y, por supuesto mejor humor y más vitalidad.
- Minimiza las posibilidades de tener ansiedad. El entrar, al menos durante unos minutos, en un estado profundo de relajación, hará que padezcas menos ansiedad a lo largo del día.
- Aumenta la capacidad de concentración. Todo es una cadena. El tener el cuerpo y la mente en óptimas condiciones te permitirá centrarte más en lo que estás haciendo en ese momento.
- Ayuda a perder peso. Sí. Como lo oyes. Se sabe, y esto lo dicen los científicos, que la ausencia de estrés disminuye una hormona llamada cortisol. Esta es la responsable de que no podamos perder peso. Así que ya sabes, ¡relájate!
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