Muchas son las personas que llegada a una edad, se convencen de que pequeños cambios físicos potencian su autoestima y hacen olvidar los complejos. La cirujía estética es una de las vías que más adeptos está consiguiendo debido a las últimas y novedosas técnicas que favorecen, en la mayoría de los casos, los efectos físicos tras el paso de los años.
La cara es uno de los puntos más sensibles al mismo tiempo que en mayor medida retocados. Las arrugas que en la mayoría de los casos producen un envejecimiento forzado de los tejidos, son la principal causa para pasar por el quirófano. Nuevos tratamientos como Silhoute-Lift garantizan su rápido efecto así como unos resultados altamente positivos.
El doctor Córdoba Campos, perteneciente a CMC Medical Group, defiende el uso de esta técnica años atrás empleada para tratar parálisis faciales. Dichos hilos están compuestos de polipropileno, material biocompatible con el cuerpo humano que ha sido utilizado desde hace ya bastante tiempo en operaciones cardiovasculares, al mismo tiempo que oftalmológicas. Como aporta el propio Córdoba, son los únicos que han obtenido la aprobación del FDA (Food and Drug Administration). Dichos hilos se usan principalmente para elevar los tejidos relajados del área facial.
España se encuentra a la cabeza mundial en cuanto al número de intervenciones quirúrjicas relacionadas con el enbellecimiento del cuerpo. Concretamente, en el cuarto lugar por detrás de EEUU, México y Argentina según datos aportados por la Sociedad Española de Cirujía Plástica, Reparadora y Estética (S.E.C.P.R.E). Las intervenciones faciales son las que más adeptos tienen, principalmente mujeres, seguidas de los implantes mamarios o la rinoplastia.
Según secunda Córdoba, los mejores candidatos para esta técnica son pacientes de mediana edad (de 35 a 45 años ) con signos precoces de descolgamiento en la cara que no quieren o no precisan realizarse un liftin tradicional. Con anestesia local se realizan microincisiones en el cuero cabelludo por donde son introducidos los hilos. Traccionamos de ellos hacia arriba y levantamos los tejidos descolgados.
La intervención dura solo 45 minutos y el paciente puede iniciar su actividad normal en 4 ó 5 días. Las complicaciones son pocas ya que se trata de una técnica muy poco invasiva. Los mejores resultados se obtienen en la cara aunque se están empezando a usar en otras partes del cuerpo como es en la zona de los glúteos para elevarlos.