Muchas personas buscan a lo largo de su vida conocer cuál es su peso ideal exacto para ajustarse a él, pensando que así estarán más sanas. Sin embargo, este peso ideal exacto no existe. Si bien son muy conocidas las tablas de ‘peso ideal’, los expertos defienden que no son fiables para medir el peso adecuado de una persona, ya que influyen otros factores.
El peso ideal
Las conocidas “tablas de peso ideal” -en las que se puede consultar, según la altura y sexo, cuál es el peso ideal de una persona- fueron inventadas por la compañía de seguros Metropolitan Life Insurence Company en 1943. Su objetivo era calcular las cuotas de sus asegurados, asociando un mayor peso a un mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo hoy en día existen dudas sobre la validez científica de estas tablas.
Tener una horquilla de kilos en la que situarse en función del sexo y la talla no tiene sentido porque influyen también la edad, el estado hormonal y la composición corporal. El peso ideal pues, no existe, ya que no se puede aplicar una tabla que solo utiliza la talla, el sexo (y a veces la constitución) a todas las personas. No obstante, si se toman como referencia estas cifras se podría decir que alguien que pesa un 10% por encima o debajo de ese ‘peso ideal’, tiene un peso adecuado.
Calcular el Índice de Masa Corporal (IMC)
Para calcular si una persona se encuentra dentro de unos valores saludables de peso lo mejor es utilizar el Índice de Masa Corporal (IMC). Éste se calcula dividiendo el peso en kilogramos por el cuadrado de la altura en metros (kg/m2). P.ej. si una persona pesa 70 kilogramos y mide 1,65 metros el resultado final sería 25,7.
Según la Organización Mundial de la Salud el peso saludable es aquel que se sitúa entre los valores 18,5 y 24,9 de IMC. Los valores inferiores a 18,5 indicarían un peso demasiado bajo, los valores iguales o superiores a 25 estarían considerados sobrepeso. Si el IMC es mayor de 30 se hablaría de obesidad y, si es mayor de 35, obesidad elevada. Esta fórmula otorga un margen de peso que puede considerarse ‘normal’ bastante amplio. Así, la persona que mide 1,65 puede tener un peso normal de entre 50,3 y 67,8 kilogramos.
No obstante, hay que tener en cuenta que el cálculo del IMC no se puede aplicar a personas menores de 20 y mayores de 65 ni embarazadas, madres lactantes o personas que realizan mucho deporte.
Al margen de todo esto, no es adecuado hablar de un peso ideal u óptimo, sino que es mejor hablar del normopeso (el del IMC entre 18,5 y 24,9), peso adecuado o válido.
Otros factores a tener en cuenta
Tampoco el uso del IMC debe ser el único parámetro para medir la salud. La composición corporal como medida de salud es mucho más fiable. El porcentaje de grasa, masa muscular y densidad ósea pueden no ser las adecuadas aunque el peso esté dentro del IMC. Sobre todo es aconsejable vigilar la grasa acumulada en el abdomen, ya que es la más peligrosa para el corazón. Para conocerla solo hay que medir el perímetro abdominal al nivel del ombligo. En hombres este perímetro deberá ser inferior a 102 centímetros y en mujeres a 88.
Por otro lado, las personas que realizan ejercicio físico con frecuencia tienen menos probabilidades de sufrir problemas coronarios aunque tengan sobrepeso que personas que mantienen un peso ‘normal’ pero son sedentarias. Otros factores como seguir una dieta rica y equilibrada y evitar el exceso de alcohol y el tabaco también influirán en el estado de la salud y la disminución del riesgo de enfermedades.
Como señalan los expertos, no se puede observar sólo una variable para poder decir que estamos sanos. El peso es sólo uno más de los factores a tener en cuenta.