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Estreñimiento en bebés y niños: cómo detectarlo y tratarlo

El estreñimiento en bebés y niños pequeños es algo habitual, por lo que es necesario que los padres estén pendientes para detectar sus síntomas y acudir al pediatra. Asimismo existen algunas recomendaciones que se pueden seguir para facilitar el tránsito intestinal de los más pequeños.

Causas del estreñimiento en niños y bebés

Algunos de los factores que contribuyen a la aparición del estreñimiento en niños son:

  • Alimentación: si el niño no consume suficientes vegetales, frutas y otros productos ricos en fibra o no bebe suficiente agua puede aparecer el estreñimiento.
  • Retención: algunos niños ignoran sus ganas de ir al baño porque tienen miedo, porque no quieren usar un baño público o porque no quieren interrumpir el juego.
  • Problemas para aprender a ir al baño: si el niño no quiere aprender a ir al baño puede aguantar las ganas de deponer, creando un hábito involuntario.
  • Cambios en la rutina: vacaciones, inicio del colegio, mudanzas, la llegada de un hermano… pueden afectar a la función intestinal del pequeño.
  • Existencia de una herida en el ano: las heridas en esta zona duelen especialmente en el momento de defecar. Si el niño tiene alguna, intentará evitar las deposiciones para que no le duela. 
  • Ingesta de ciertos medicamentos que pueden contribuir al estreñimiento.
  • Antecedentes familiares.

En cuanto a los bebés alimentados con leche materna, a partir del mes de vida sus deposiciones pueden espaciarse durante días, pero esto no significa que estén estreñidos. La falta de deposiciones se debe a que la leche materna tiene poco residuo y se asimila fácilmente por el aparato digestivo. De hecho, los bebés alimentados con leche materna habitualmente no presentan estreñimiento, salvo que la madre consuma muchos alimentos que lo ocasionen. En cambio, la leche de fórmula sí puede causar estreñimiento, y los bebés que la toman son más propensos a sufrirlo. También es posible que los bebés presenten estreñimiento temporal al ir modificando la dieta, porque disminuye la cantidad de lactosa (que ayuda a expulsar las heces) y quizás no están tomando suficiente fibra.

Cómo detectar si un niño sufre estreñimiento

Los síntomas que pueden alertar del estreñimiento en los niños son los siguientes:

  • Evacuaciones con una frecuencia menor a tres deposiciones por semana.
  • Deposiciones duras, secas y difíciles de evacuar.
  • Sangre en la superficie de las heces duras.
  • Restos de heces líquidas o pastosas en la ropa interior, que alertan de que las heces están atascadas en el recto.
  • Dolor abdominal. En el caso de los más pequeños se puede identificar por su inquietud o llanto.
  • Dolor al evacuar los intestinos.

Cómo tratar y prevenir el estreñimiento de los bebés y niños

Lo más recomendable cuando se detecta el estreñimiento en los niños es acudir al pediatra, que podrá recomendar algunos tratamientos para ayudar a mejorar su tránsito intestinal. Entre ellos están los supositorios de glicerina, los laxantes y los enemas. A la hora de usarlos hay que seguir las indicaciones del médico sobre la dosis y la periodicidad adecuadas. En caso de heridas en la zona del ano, será necesario curarlas para que el dolor no impida que el niño vaya al baño. Asimismo, para aliviar las molestias del estreñimiento se puede masajear la barriga del niño suavemente en el sentido de las agujas del reloj.

Además de recurrir a los tratamientos marcados por el médico, es posible tratar y prevenir el estreñimiento de los niños siguiendo algunos sencillos consejos:

  • Incluir en su dieta alimentos con mucha fibra: frutas, verduras, legumbres, panes integrales…  Esta recomendación se aplica tanto a los niños como a los bebés que ya siguen una alimentación complementaria a la leche con alimentos sólidos.
  • Darle de beber mucha agua y otros líquidos para facilitar el tránsito.
  • Evitar alimentos que favorezcan el estreñimiento, como el arroz blanco, el plátano o el pan blanco.
  • Crear una rutina para ir al baño: si el niño ya no usa pañales es recomendable acostumbrarlo a ir al baño después de las comidas para que desarrolle una rutina.
  • Recordarle al niño que debe prestar atención a sus ganas de ir al baño, ya que es probable que las ignore mientras está jugando.
  • Fomentar la actividad física: ayuda a estimular la función normal del aparato digestivo. En el caso de los bebés hay que animarlos a gatear pero, si aún no saben, los padres pueden mover sus piernas como si estuviera andando en bici.

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