No nos cansamos de repetir que echarse una siesta es una costumbre sana y muchas veces necesaria, con una base biológica. Los mamíferos parece ser que estamos programados para hacer una pausa a mitad del día. Sería tomarnos un descanso para volver con las pilas recargadas, que es lo que una pequeña siesta puede aportarnos, pues además parece que nuestro organismo está preparado para tener dos períodos naturales de sueño en 24 horas: uno por la noche y otro al mediodía.
¿Eres de los de cerrar la persianas de la habitación e irte a la cama a dormir la siesta o prefieres la clásica cabezadita de toda la vida en el sofá? ¿Te has preguntado alguna vez qué es mejor? Todo tiene sus pros y contras, por ejemplo, las posturas que adoptamos en el sofá puede que no sean de las más adecuadas, ya que nuestra espalda y cuello a menudo sufren malas posturas, con el consiguiente riesgo de levantarnos doloridos y más cansados que nos acostamos. Aun así, existen sofás que gracias a su relleno y bastidores ofrecen el apoyo perfecto y comodidad suficiente para que unos 20 minutos al día, disfrutes de una buena siesta.
En cuanto a dormir la siesta en nuestro colchón, evita posturas forzadas y posibles contracturas. Como aspecto negativo, seguro que si duermes la siesta en tu colchón, en la mayoría de las ocasiones se alarga del tiempo que tenías previsto dormirla y del que recomiendan los especialistas.
Por otro lado, la ciencia avala las bondades de la siesta. Parece ser que este “deporte” hace que nuestro corazón funcione mejor y, por lo general, reduce el estrés. También favorece el que rindamos más y mejor y estemos más concentrados, además de fomentar nuestro rendimiento intelectual en la segunda mitad del día.
Echar la siesta también incluye unas instrucciones de uso, para que sea perfecta:
· Muchos eligen dormir la siesta en vez de en el sofá en la cama porque las condiciones de ruido e iluminación deben ser las adecuadas, por lo que es mejor que estemos tranquilos y solos en una habitación donde nadie nos moleste y nuestro dormitorio parece ser el sitio ideal. La iluminación debe ser tenue, indirecta o incluso el dormitorio debe estar completamente a oscuras. El ruido, también debe ser moderado, lo normal que cualquier ambiente que invite al sueño.
· El tiempo de siesta no debe superar los 30 min, una siesta de una duración de entre 15 a 30 minutos, te recarga las pilas. Superar este período, solo consigue hacer que te despiertes confuso, de mal humor, muchas veces con dolor de cabeza además de así alterar nuestro ciclo de sueño.
· Los expertos aconsejan una buena oxigenación para favorecer una siesta más que perfecta, por ello debemos tener las ventanas abiertas para favorecer la ventilación de la habitación, sea esta el salón o nuestro dormitorio.