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Descanso tranquilo, sin ruidos ni sustos

Las apneas del sueño yapnea los ronquidos son un problema para decenas de miles de personas en todo el mundo. En fecha reciente, el doctor Walther Tielemans, prestigioso médico holandés que lleva tres décadas estudiando estas patologías, visitó Granada para presentar uno de los más recientes avances en la materia: un dispositivo llamado comercialmente Snor-Ex, que ha desarrollado junto a su equipo de investigación, y que puede suponer una gran mejora en la calidad de vida de estos pacientes. El dispositivo Snor-Ex tuvo su primera versión hace unos 20 años.

El doctor afirma que «cuando lo creamos, la única alternativa para el tratamiento de estas patologías era la uvuloparatofaringoplastia, o la recesión de la campanilla, o los tratamientos con máquinas que insuflan aire a presión. Creemos que hemos conseguido un gran avance en pos de la comodidad de los pacientes». Eliminar los efectos secundarios de este tipo de terapias es el objetivo de Snor-Ex. Aunque no está indicado en todos los pacientes, los que pueden llevarlo «notarán una gran diferencia con respecto a otros dispositivos, como los de avance mandibular, que desplazan la mandíbula hacia delante para evitar la apnea y el ronquido, pero que causan molestias en la propia mandíbula. No podemos olvidar que la postura natural se ve forzada. Eso es algo que evitamos introduciendo Snor-Ex».

Cómo usarlo

Técnicamente, el dispositivo se llama TRD (Tongue Retain Device, Dispositivo Retenedor de la Lengua). Se coloca en la parte superior de la mandíbula y contacta con la lengua, reteniéndola para evitar su caída hacia atrás por la noche. Durante el día, cuando estamos despiertos, la musculatura mantiene una posición activa que evita que la lengua caiga hacia atrás, pero por la noche la musculatura se relaja, con lo que existe un peligro real de que la lengua caiga hacia atrás y bloquee las vías respiratorias. Y es que, mientras durante el día el cerebro controla siete veces cada segundo la posición de la lengua, durante la noche estos términos se invierten y el cerebro sólo controla esta posición una vez cada siete segundos. La diferencia fundamental del TRD con respecto a los dispositivos de avance mandibular estriba en que éstos sólo hacen avanzar la lengua unos cinco milímetros, mientras que este nuevo aparato permite una tracción de la lengua mucho mayor al incidir directamente sobre la misma. También varía el material con que está hecho: el TRD se ha realizado con un material acrílico especial que se puede usar durante diez años con un mantenimiento adecuado, y que, a pesar de la comodidad que el paciente siente cuando lo lleva, es muy resistente a las caídas accidentales, por ejemplo. Como curiosidad, podemos destacar que lleva acoplado un chip que incluye los datos médicos de la persona que lo lleva en el momento de la fabricación e implantación del mismo.

Estudios clínicos

Los ensayos clínicos previos a la fabricación del TRD en serie se desarrollaron en diversas clínicas de distintos países de Centroeuropa, estudiando en paralelo a pacientes a los que se implantó el dispositivo junto a otros que usaron las modalidades antes comentadas. Según el doctor Tielemans, los resultados fueron «muy alentadores. Tenga en cuenta que en Holanda, mi país, hay cuatro millones de
holandeses que roncan sobre una población total de 16 millones. Trasladando esos datos a España, por ejemplo, podremos encontrar unos 10 millones de roncadores, un colectivo muy amplio que puede verse beneficiado por un dispositivo de estas características». Los distintos ensayos sirvieron para optimizar los materiales, consiguiendo que, por ejemplo, la parte del TRD que descansa sobre la lengua tenga una especial suavidad que lo hace muy cómodo. El fabricante es DSM, una de las grandes empresas farmacéuticas europeas, pero el dispositivo no se construye, ni mucho menos, en serie. Cada uno es distinto, perfectamente adaptado a la fisonomía de la cavidad bucal del paciente.

El proceso de adaptación

¿Cómo se desarrollan los acontecimientos desde que un otorrino decide que el TRD puede ser una buena solución para un paciente hasta que finalmente se le coloca? En primer lugar, se realiza un estudio del paciente, se ve la idoneidad del mismo para llevarlo, y se realiza el molde personal e intransferible, adaptándolo al paciente. Se garantiza la perfecta adaptación y comodidad de todos los pacientes, y se evitan problemas asociados como la somnolencia diurna, que puede ser fatal si se produce mientras se conduce un coche, por ejemplo. El tiempo entre la primera visita al especialista y la instalación del TRD puede estar en torno a los 15 días, un espacio corto teniendo en cuenta que cada aparato se fabrica en Holanda. La primera consulta es gratuita y las revisiones precisas durante el primer año también lo son. El precio del dispositivo, incluido el proceso de adaptación, está en los 795 euros, y quienes quieran obtener una mayor información pueden dirigirse al teléfono 685513377.

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