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Bronquiolitis: causas, síntomas, tratamientos útiles y no útiles

La bronquiolitis 

La bronquiolitis es una infección pulmonar que es común entre los recién nacidos y los niños pequeños, menores de 2 años y especialmente a los menores de 6 meses, especialmente en varones que podrían no haberse alimentado con leche materna o que vivan en condiciones de hacinamiento. Se expone como una inflamación y congestión en las vías respiratorias pequeñas del pulmón, los conocidos como bronquiolos. Son unos conductos ramificados muy pequeños por los que entra y sale el aire de los pulmones. En su gran mayoría, no siempre, la causa es un virus y es muy común durante los meses de invierno. 

De hecho, comienza con síntomas similares a los que  puede presentar un simple resfriado. Sin embargo, va derivando en tos, pitidos a la hora de respirar y en ocasiones hasta en dificultad para respirar. Unos síntomas que pueden perdurar durante varios días e incluso hasta un mes

Otras versiones apuntan a una duración de aproximadamente 12 días pero se dan casos más graves que pueden perdurar los síntomas durante semanas.  Por lo general, la enfermedad alcanza su mayor intensidad entre el segundo y el tercer día desde el inicio de la tos y las dificultades para respirar. Posteriormente comienza a remitir. 

Causas y síntomas

La bronquiolitis se produce por la acción de virus. El más frecuente puede ser el ‘Virus respiratorio Sincitial’ (VRS). La infección de los bronquiolos hace que estos se hinchen y se inflamen, acumulando mucosidad en las vías respiratorias y dificultando el flujo libre del aire desde y hacia los pulmones.  

El VRS es un virus frecuente que infecta a casi todos los niños a la edad de dos años y se producen en invierno. También puede causar una bronquiolitis la acción de otros virus como los causantes de la gripe o del resfriado. Los lactantes pueden incluso recaer por VRS al existir al menos dos cepas.  

Son virus que se propagan con facilidad y se puede contraer a través de las gotitas en el aire cuando alguien enfermo tose, estornuda o habla. También incluso se puede contraer al tocar objetos compartidos como utensilios, toallas o juguetes y tocarse ojos, nariz o boca. 

Los síntomas de la bronquiolitis, como decimos, son similares en los primeros días a los de un resfriado. Se expone con mocos, nariz congestionada, tos y fiebre baja. Después es posible que haya una semana o más tiempo durante el que se presentan dificultades para respirar o un sonido similar al silbido durante la respiración. También muchos bebés pequeño spueden sufrir una infección del oído –otitis- de carácter medio. 

Se recomienda que cuando los síntomas de la bronquiolitis incluyen vómitos, silbido notorio al respirar, respiración muy rápida –más de 60 inhalaciones por minuto- o fatigosa, aspecto de pereza o letargo, o la negativa a consumir líquidos, respiración muy rápida al comer o beber o si la piel se vuelve azul, especialmente uñas y labios, solicite atención médica inmediata. 

Tratamientos

El tratamiento de la bronquiolitis va encaminado a mejorar el estado de salud del paciente aliviando los síntomas y tratando posibles complicaciones. El tratamiento busca asegurar la oxigenación adecuada y para ello pudiera administrarse oxígeno o algún medicamento que beneficie la apertura de la vida aérea. 

Existen casos en los que la bronquiolitis pudiera complicarse. Si el bebé o niño tuviese problemas para respirar, estuviese deshidratado o pareciese fatigado debe ser el médico quien lo evalúe. Algunos de los pacientes pudieran requerir incluso de un ingreso para la administración de oxígeno y líquidos. En casos de suma gravedad se emplean respiradores para ayudarle a respirar. 

En casos más sencillos, se pueden aplicar tratamientos caseros para la bronquiolitis como lavados nasales con suero fisiológico y aspirar la mucosidad antes de las tomas para facilitar la alimentación y antes de dormir. También se puede emplear un humidificador en la habitación que puede ser sencillo si el ambiente es muy seco por la posible acción de la calefacción. 

También se puede poner al bebé con bronquiolitis en una posición semiincorporada, elevando un poco la cabecera de la cuna para ayudarle a respirar mejor. Cabe resaltar que no se deben emplear almohadas en menores de 12 meses, pero sí utilizarse una sillita  para asegurarse que está sujeto y se mantenga en posición semisentada. 

En caso de que el niño tenga fiebre se debe administrar antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno. En caso de que no tengan apetito por esos problemas para succionar o por vómitos, puede ser útil proporcionar menos alimento pero con mayor frecuencia. También es clave asegurarse de que está bien hidratado, algo que podría valorarse por ejemplo por la cantidad de pañales cambiados. 

Tratamientos no útiles

Por ahora, la mayoría de los medicamentos que se han probado como tratamiento de la bronquiolitis no han demostrado mejora. Sin embargo, un pediatra podría indicar un tratamiento con aerosoles. 

Deben evitarse:

  • Jarabes para la toz. 
  • Mucolíticos. 
  • Descongestionantes nasales. 
  • Antibióticos para tratar la bronquilitis en sí misma. 

*NOTA: Este artículo tiene una finalidad informativo- divulgativa. Siempre ha de ser un médico especialista el que determine los procesos de diagnosis, tratamiento y terapias complementarias que estime. Si cree que puede estar enfermo acuda a su centro de salud o a un especialista colegiado, bajo ningún concepto se automedique o tome decisiones relativas a su salud en virtud de lo leído aquí o en cualquier otro sitio web.

FUENTES: 

Bronquiolitis, Mayo Clinic

Bronquiolitis, KidsHealth from Nemours

Dra. Virgina Soler Vigil, HMHospitales, ‘Bronquiolitis’

 

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