La mitad de las mujeres diagnosticadas de un cáncer de mama en España recibe tratamiento en hospitales que no están preparados para ofrecerles las mejores opciones terapéuticas para curar su caso y evitar secuelas, según el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).
«Si una mujer quiere ser bien tratada de un cáncer de mama tiene que ser vista por un comité multidisciplinario de cáncer de mama, donde todos los especialistas se reúnan para analizar cada caso y decidir cuál es la mejor hoja de ruta», ha señalado este experto, para quien, «lamentablemente, este tipo de comités no están disponibles, calculamos, para el 50 por ciento de las mujeres españolas. Disponer de estos comités multidisciplinares en los hospitales es, a juicio del doctor Martín, «una gran asignatura pendiente que tenemos que resolver en España». Sólo con un equipo compuesto por expertos de diferentes disciplinas se puede ofrecer al paciente la mejor terapia para su caso y evitar «secuelas innecesarias».
«Un buen ejemplo de esto es el ganglio centinela: todavía hay españolas que están operándose sin que en su hospital exista la técnica del ganglio centinela. Entonces pierden la axila, a menudo sin necesidad, y tienen linfedema crónico toda la vida simplemente por haber ido al hospital malo en lugar de al bueno«, denuncia. La técnica de detección del ganglio centinela se emplea para determinar la presencia o no de metástasis en los ganglios axilares. Con la realización de este estudio se intenta reemplazar la resección axilar y reducir así su alta morbilidad.
La información es clave
El doctor Martín dice que la anticuada estructura vertical de los hospitales españoles, divididos en servicios, ha imposibilitado hasta ahora la creación de equipos multidisciplinares. No obstante, muchos centros están organizándose de forma transversal, con equipos formados por distintos especialistas. Otros hospitales, asegura este experto, «no lo han hecho porque no pueden hacerlo».
Por este motivo, es «imprescindible concienciar e informar a las mujeres para que no se vayan de cabeza a operar por la primera persona que les diagnostica». En esta tarea, «la clave es que las mujeres sanas sepan, antes del potencial diagnóstico, qué es el cáncer de mama y qué hay que hacer y que no se asusten, porque se cura si se hace bien«. Según este experto, el cáncer de mama es «una epidemia de las sociedades modernas» que está aumentando su incidencia también en este país, donde hace cinco años se calculaba que había 15.000 casos anuales y ahora se estiman 20.000 casos. Los factores que inciden en este aumento de los casos son «cada vez más conocidos, pero difícilmente evitables», ya que están relacionados con la sociedad de consumo.
«El incremento de incidencia se debe a factores que cada vez conocemos más, pero que son difícilmente evitables, como la intoxicación por xenoestrógenos, presentes en las cremas, los botes de plástico, en algunos conservantes y en miles de sustancias que utilizamos a diario«, anota. La buena noticia es que, en los últimos 15 años, la supervivencia de estas mujeres ha pasado del 70 al 85 por ciento a los cinco años del diagnóstico. Según el doctor Martín, «estamos a 10 años vista de que se cure en su totalidad, a través del diagnóstico precoz y de los nuevos tratamientos».
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