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Un chip que mejora la visión en ciegos y personas con baja visión

OJOS APARATO RETEl Centro de Oftalmología Barraquer de Barcelona colocará, por primera vez en España, chips en la retina mediante implantes maculares a pacientes ciegos o con baja visión para que puedan identificar objetos, formas, luces y contornos.

Según ha informado esta clínica oftalmológica, esta novedad posibilita en muchos casos a los pacientes que recuperen su autonomía con lo que se denomina «visión artificial». El cirujano oftalmológico Jeroni Nadal, coordinador de la Unidad de Vítreo-retina del centro Barraquer, ha sido elegido por la empresa estadounidense diseñadora del implante para su desarrollo en España. El centro oftalmológico ha anunciado que iniciará la colocación de estos implantes en pacientes con baja visión afectados de retinosis pigmentaria, una patología que es la causa más frecuente de degeneración hereditaria de la retina.

Su origen es una alteración de los genes, que ocasiona degeneración y apoptosis (muerte celular) de los fotorreceptores (células de la retina), de los bastones (responsables de la visión del campo periférico) y, en las fases finales, de los conos (visión central), provocando ceguera. Este tipo de implante, aprobado por las autoridades sanitarias estadounidenses y de la CE, puede devolver la visión a pacientes con enfermedades que afectan las capas externas de la retina. Según la clínica Barraquer, aunque inicialmente se ha aprobado para la retinosis pigmentaria ya han sido tratados con éxito pacientes con enfermedad de Stargardt y podría usarse en un futuro en la degeneración macular asociada a la edad de tipo atrófico o seca.

Este implante, llamado ‘Argus II’, unido a una cámara de alta definición externa y a un procesador, estimula directamente la retina interna, generando un estímulo visual en las vías ópticas y mejorando la visión en el paciente tratado. El equipo dispone de una cámara de vídeo en miniatura ubicada en las gafas del paciente que capta una escena, el vídeo se envía a un pequeño ordenador que lleva el paciente, donde se procesa; estas instrucciones se transmiten de forma inalámbrica al implante retiniano. Una vez ahí, el chip convierte las señales en pequeños pulsos de electricidad que pasan por alto los fotorreceptores dañados de la mácula y estimulan directamente las células restantes de la retina. Estas transmiten la información a través del nervio óptico al cerebro, creando la percepción de patrones de luz.

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