Apunto de despedir las fiestas navideñas y con los buenos propósitos en la mente de todos, hay que alejar esa característica navideña de las grandes comilonas en familia con una alta presencia de alimentos llenos de azúcares, grasas y alcohol. Hay que recupera la rutina y empezar de nuevo con la comida sana. Al menos, intentarlo.
Es muy posible que en las últimas semanas los excesos alimentarios hayan provocado sensación de malestar, que se hayan sentido ardores, estreñimiento, diarrea, empacho, cefaleas e incluso alguna situación más delicada y empeorado la situación de las enfermedades que se arrastraban antes: diabetes, trastornos cardiovasculares, gota o artritis, entre otras.
Recuperar la rutina
Hay que pasar a la rutina de lo saludable, retomar los hábitos la vuelta a la normalidad y alimentarse de sustancias depurativas como una elección inteligente y razonable para ganar calidad de vida y salud.
El objetivo nutricional de estos días después de los excesos navideños no puede ser otro que el de aligerar, depurar, eliminar líquidos y toxinas y reducir la hinchazón. De ahí que sea clave comer sano.
Al empezar un nuevo año, muchas personas asumen el reto de llevar una vida más sana. La alimentación es uno de los pilares sobre los que se sustenta la salud. Los otros: el ejercicio físico y el equilibrio emocional y social.
¿Qué comer?
Los expertos, nutricionistas y dietistas coinciden en señalar una serie de alimentos que, junto a un patrón alimentario sano y equilibrado, ayudan a sentirte mejor y conseguir ese objetivo. Así, recomiendan el consumo de:
Manzanas, como alimento depurativo. Sin duda, la manzana es uno de los alimentos más depurativos que hay. Gracias a su fibra con acción absorbente, el organismo logra eliminar más fácilmente multitud de toxinas nocivas. Se trata de una fruta muy versátil y puede añadirse a un sin fin de comidas, siendo ideal para un buen desayuno, postre o merienda. Tiene muchas posibilidades culinarias, ya que puede tomarse en compota, asadas, en zumo natural, en salsa o puré para acompañar carnes como entrante frío.
Es muy importante comerla con piel, ya que ésta posee muchas propiedades y vitaminas beneficiosas.
Piña, como alimento saludable, ya que tiene fama de ser una fruta diurética y depurativa que contribuye a eliminar por la orina las toxinas que acumula nuestro organismo y además, previene el estreñimiento debido a la gran cantidad de fibra que aporta. Además, posee un alto contenido en bromelaína, que ayuda a hacer mejor las digestiones. Para conservar sus nutrientes y propiedades es importante tomarla al natural. Así que mejor evitarla en almíbar. La piña posee muy pocas calorías, ya que el 85% de su peso es agua.
Alcachofas como producto sano que posee un alto contenido en fibras. Tiene cualidades diuréticas, ayudando a la eliminación de líquidos del cuerpo, razón por la que resulta interesante en los casos de obesidad y para cualquier tipo de afección donde convenga la eliminación de agua y, por consiguiente, de toxinas, en especial en lo que se refiere al ácido úrico. Es un buen acompañante de ensaladas, arroces y pastas. También es común comerla sola, ya sea asada o confitada. Aunque no es un alimento con muchos adeptos, sus propiedades beneficiosas la hacen muy atractiva para mantener una alimentación sana.
Espárragos para comer sano después de navidad ya que poseen una gran riqueza de minerales que lo convierten en uno de los mejores limpiadores del organismo. Los espárragos poseen enormes beneficios sobre la actividad del hígado y los riñones. Al estar compuestos por gran cantidad de agua y contener asparragina -que se elimina a través de la orina-, tiene propiedades diuréticas muy beneficiosas para la hipertensión, la retención de líquidos, las enfermedades de vejiga o la diabetes. Los espárragos suelen formar parte de ensaladas, arroces y pizzas, si bien es cierto que también pueden consumirse solos, cocidos previamente y con un ligero aliño.
Infusiones para beber después de comer, ya que mejoran el proceso digestivo haciendo que se lleve a cabo de forma más rápida y de una forma mucho más placentera y fácil de sobrellevar.
Es por ello que al tomar una infusión evitaremos las pesadas e interminables digestiones que convertían las tardes y las noches en auténticas pesadillas. Algunas de las infusiones más recomendables para limpiar el organismo son las de té verde: antioxidante, depurativa y un poco estimulante.
Las sustancias que contiene el té verde son de gran interés nutricional y funcional, sobre todo flavonoides con acción antioxidante -catequinas, rubigenina, flavina y taninos-. Se pueden tomar una o dos tazas al día, en lugar de cafés y demás bebidas excitantes, si no hay contraindicación médica.
Las infusiones de jengibre pueden ser un remedio efectivo para paliar malas digestiones acompañadas de náuseas y vómitos, para eliminar los gases y mitigar los mareos. La cola de caballo es un buen diurético y facilita la eliminación de los líquidos acumulados y de los residuos en el organismo y además es reminalizante.
La planta cardo mariano es también muy aconsejable, sobre todo si nos hemos pasado con el alcohol estas fiestas, ya que contiene silimarina, una sustancia que protege el hígado al actuar como un antioxidante y promover el crecimiento de nuevas células hepáticas. La silimarina también ayuda con la digestión de grasas.
Copos de avena para comer sano ya que supone un gran aporte de fibra para nuestro organismo. Contiene betaglucanos, un tipo de fibra soluble; y avenasterol, un fitosterol.
Las dos sustancias tienen capacidad de disminuir la absorción de colesterol en el intestino. Después de días de excesos, será probable que se hayan alterado los niveles de lípidos y los azúcares, por lo que conviene recuperar rápido la normalidad y la buena salud.
Pescados azules como fuente de proteína. El pescado representa el alimento por excelencia porque además es rico en grasas insaturadas, bajo en grasas saturadas y especialmente, rico en ácido omega-3, compensan el consumo desmedido de grasas saturadas.
La prioridad es que los pescados y los mariscos cobren protagonismo en los menús semanales. La finalidad es doble: incrementar el consumo de un alimento cardioprotector y que ayuda a reducir la ingesta de carnes.
Arroz integral al no ser refinado, mantiene la capa externa del grano formada por celulasa -fibra vegetal- y es rico en proteínas, vitaminas y minerales.
A diferencia del arroz blanco, el tipo integral no ha perdido su integridad. La celulosa no puede ser digerida y es expulsada al exterior expulsando los residuos de desecho del intestino. De esta forma ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y evita que se adhieran a las células de nuestro colon.
Es un alimento muy completo desde la óptica nutricional, que equilibra los excesos, rebaja la hinchazón abdominal y corrige el estreñimiento. Se puede emplear como plato principal, guarnición, postre mezclado con leche y canela o como un cereal alternativo a los dulces en los desayunos.
Lentejas y legumbres en general, son beneficiosas para la dieta. Las lentejas, igual que el resto de legumbres, se caracterizan por ser alimentos con una alta concentración de nutrientes. Las lentejas son una gran fuente de proteínas y también de hidratos de carbono de bajo índice glucémico que proporcionan gran cantidad de energía.
Otra ventaja de las lentejas es su aporte de fibra, y su bajo contenido en lípidos. Eso las convierte en aliadas de quienes han de hacer dieta para controlar su peso. Representan para la dieta un compendio de nutrientes que, en conjunto, ayudan a regular la glucemia, reducir los niveles de colesterol o mejorar el estreñimiento. La clave está en incluir variedad de legumbres en los menús entre dos y cuatro veces por semana.
Verduras verdes como la lechuga, col o berza, judías, brócoli, puerros, apio y guisantes. El color verde de estos alimentos se debe a la clorofila que contienen, una sustancias con grandes beneficios para el organismo. Son verduras que, por sus propiedades nutricionales y funcionales, reconfortan al organismo. Ayudan en las labores de «aflojar» y descongestionar el aparato digestivo, estómago, intestinos, vesícula biliar e hígado.
El hígado y el páncreas son los órganos que pueden quedar afectados por los excesos navideños -alcohol, azúcares, proteínas-. Son a los que más hay que cuidar a través de una correcta alimentación.