La acidez estomacal también conocida como “pirosis” es una molestia provocada por el retroceso del ácido y del contenido estomacal hacia el esófago (parte del aparato digestivo que conecta la faringe con el estómago). Es un trastorno común que afecta alrededor del 20% de la población española, que en la mayoría de los casos se manifiesta y agudiza justo antes de acostarnos deteriorando así el descanso. Los síntomas más comunes son un ardor originado cerca del pecho, regurgitación, mal sabor de boca y aliento, así como tos, hipo y dolor de garganta que se puede prolongar entre unos minutos y varias horas.
Las causas de la acidez varían desde ingerir comidas copiosas y ricas en grasas antes de dormir hasta sentir estés y nerviosismo provocados por hechos de nuestra vida cotidiana. Los especialistas recomiendan evitar las cenas copiosas, comidas muy condimentadas así como alimentos como el chocolate, la cebolla, cítricos, la menta, los derivados del tomate y lácteos antes de conciliar el sueño ya que fomentan la aparición de acidez. Otros hábitos como fumar o beber alcohol por la noche deberían abandonarse si se tiene este problema. Además se debe dejar un margen de 2 horas antes de ir a la cama, para que nuestro cuerpo pueda asimilar los alimentos que hemos comido.
También hay una serie de medidas que pueden llevarse a cabo una vez que nos encontramos en la cama. Sentirnos cómodos, sin llevar ropa o cinturones apretados por la cintura, porque estos pueden presionar el estómago y dificultar nuestro metabolismo. La postura para dormir es también muy importante, así dormir de costado, sobre todo hacia el lado izquierdo facilitará la eliminación de los ácidos. Si persistimos en dormir bocarriba, sería conveniente mantener la cabeza más elevada que el estómago, para ello puedes ayudarte colocando almohadas tipo cervical extras en tu equipo de descanso o elevando tu colchón con somieres articulados especiales que incorporan diferentes planos de articulación.