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No hay mejor antigripal que vacunarse cuanto antes

La cobertura de vacunación antigripal entre la población española adulta de 65 años o más se ha ido incrementando de forma continúa durante las últimas cuatro campañas y ya supera el 70%. En Andalucía, se vacunaron la campaña pasada más del 70% de los mayores de 65 años; el 46% en población infantil de 6 a 59 meses; el 81,3% en embarazadas; y el 50,6% de profesionales sanitarios y sociosanitarios

Dicen quienes saben de esto, los científicos, investigadores y estudiosos del asunto que, si bien no tiene una efectividad del 100 %, la vacuna contra la gripe es la mejor manera de prevenir esta enfermedad y sus complicaciones.

Es por eso que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades -los denominados CDC, por sus siglas en inglés- recomiendan la vacuna anual contra la gripe a todas las personas a partir de los 6 meses de edad y es que, según explican, el recibir una vacuna contra la gripe puede reducir el riesgo de contraer la enfermedad y, a la vez, reducir asimismo el riesgo de tener una forma grave de la enfermedad y de necesitar hospitalización.

La gripe es una infección del sistema respiratorio: nariz, garganta y pulmones que puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños menores de 2 años, personas embarazadas, adultos a partir de los 65 años y personas con determinadas enfermedades.

Durante la campaña del año pasado el número de casos contabilizados en España disminuyó respecto a otros años debido precisamente a una mayor acción preventiva por medio de la vacuna, especialmente entre los grupos de alto riesgo. De hecho, en España, la cobertura de vacunación antigripal entre la población adulta de 65 años o más ha aumentado de forma continúa durante las últimas cuatro campañas superando ya el 70%.

Complicaciones

En la mayoría de los casos la gripe no requiere asistencia médica, aunque en ocasiones puede presentar complicaciones y resultar mortal, especialmente en los más mayores. Es más, más del 80% de las muertes por influenza se contabilizan en personas de más de 70 años por complicaciones tales como neumonía. Esta enfermedad del sistema respiratorio, que consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones, es precisamente una de las principales complicaciones de la gripe. Además, al igual que ella, afecta en mayor grado a los grupos poblacionales de edad más avanzada. Según los últimos datos, del total de decesos por esta causa, solo 252 se produjeron en menores de 60 años.

La mayor parte de las epidemias de gripe se deben al virus de la gripe tipo A, mientras que el tipo B produce epidemias menos extensas y enfermedad más leve, y el tipo C causa muy raramente enfermedad. El virus gripal A se propaga rápidamente por todo el mundo en forma de epidemias estacionales que afectan al 5-15% de la población.

Menos gripe en Andalucía

Esa recomendación de llevar a cabo vacunaciones, lanzada desde todos los organismos nacionales e internacionales relacionados con la salud, parece seguirse de manera efectiva en España y, por lo que respecta a la comunidad de Andalucía, ofrece unos datos en crecimiento. Asimismo, en cuanto a la cobertura de la campaña antigripal2022-2023, en Andalucía se vacunaron más del 70% de los mayores de 65 años; el 46% en población infantil de 6 a 59 meses, siendo la primera vez que se incluían en la vacunación sistemática; el 81,3% en embarazadas; y el 50,6% en profesionales sanitarios y sociosanitarios.

En concreto, desde el 3 de octubre de 2022 a finales de abril de 2023 se administraron en Andalucía 1.953.383 dosis, lo que supuso 206.662 más que en la campaña 2021-2022. De modo que ha sido la vez que más dosis contra la gripe se administraron en la historia de Andalucía.

Contagio

Se deben tomar precauciones para evitar el contagio del virus y para ello sólo hay que recordar lo que se hacía en 2020 durante la epidemia de COVID. Volver a esas precauciones que parecen que hemos olvidado es una buena prevención ya que la transmisión del virus que provoca la gripe ocurre principalmente de persona a persona. Pero también existen situaciones en concreto que pueden favorecer la propagación del virus y por tanto la infección de este.

Cuando una persona infectada tose o estornuda, libera pequeñas gotas de saliva y secreciones que contienen el virus en el aire. Si otra persona inhala estas gotitas, puede infectarse. Por eso es fundamental cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable o el codo al toser o estornudar.

El contacto físico con una persona infectada, como saludarla con un beso, darle la mano o cualquier otro tipo de contacto físico, puede transmitir el virus. Este riesgo aumenta si después nos tocamos la boca, la nariz o los ojos sin lavarnos las manos.

El virus de la gripe puede sobrevivir durante períodos cortos de tiempo en superficies como las manivelas de las puertas, los teléfonos o los juguetes. Si tocamos una superficie contaminada y después nos tocamos la boca, la nariz o los ojos, podemos infectarnos.

Estar en entornos cerrados y abarrotados, como el transporte público, las oficinas o las escuelas, puede aumentar el riesgo de contagio. Estos entornos facilitan la propagación de las gotitas que contienen el virus debido a la gran cantidad de personas y a la ventilación limitada.

Síntomas

La gripe se distingue de otras infecciones respiratorias porque aparece la fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular y malestar general, además de otros síntomas respiratorios como tos, dolor de garganta y secreción nasal.

En los casos graves, la gripe puede afectar a otros órganos, como los pulmones, el cerebro y el corazón, y provocar la hospitalización. La gripe y el resfriado son enfermedades respiratorias causadas por diferentes virus. La gripe es más intensa y debilitante, cursa con fiebre alta y síntomas que pueden durar una o dos semanas.

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