Los expertos han analizado el posible tratamiento de esta patología con moduladores selectivos de los receptores estrogénicos, un grupo de fármacos que, según los especialistas, no tienen «suficiente evidencia científica» sobre la prevención de la osteoporosis en mujeres jóvenes, aunque sí en mayores de 60 años. «Los clínicos, además de intentar tratar la osteoporosis, buscamos otros beneficios añadidos como la prevención del cáncer de mama, situación que es muy importante en este grupo de mujeres para la que también se utilizan estas terapias», ha comentado Lete.
Asimismo, durante el curso se han analizado, en relación al periodo de la menopausia, los síntomas que acontecen a la inmensa mayoría de las mujeres en los primeros años de la menopausia, los vasomotores. En concreto, se ha abordado su tratamiento con productos naturales y con tratamientos hormonales. «La conclusión principal es que no hay que dejar de tratar a las mujeres por el miedo irracional que ellas, y a veces los médicos, tienen hacia las hormonas, ya que pueden ver muy afectada su calidad de vida por la sintomatología menopáusica», ha comentado el experto.
Por su parte, el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, ha explicado que diversas sociedades científicas han realizado un manifiesto en el que, entre otros aspectos, se destaca que los estudios que pudiesen dar resultados que despierten recelos sobre el uso de la terapia hormonal se han realizado en grupos de mujeres que no son las que acuden a la consulta por sintomatología. Por ejemplo, prosigue, el estudio ‘WHI’, que se realizó en mujeres de media de 63 años y que mantuvieron el tratamiento durante siete años, ha aclarado que esto no es lo que se realiza en la práctica clínica y, al mismo tiempo, ha señalado que en las consultas de ginecología españolas se utilizan estos fármacos en mujeres de alrededor de los 50 años.
Por último, se ha abordado el periodo de la perimenopausia, una etapa fisiológica de la vida que, a juicio de Lete, no debería presentar «grandes problemas». Si bien, apostilla, tal y como está ocurriendo actualmente con el retraso de la maternidad y la disponibilidad de pruebas de reproducción asistida se está incrementando el número de mujeres que tienen hijos más allá de los 40 años. «Este es un factor de riesgo para el desenlace final del embarazo», ha zanjado.