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La obesidad y los problemas respiratorios, a examen

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La obesidad no sólo provoca problemas digestivos.IDEAL.
Neumólogos del Centro de Investigación en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) han iniciado un estudio para determinar cuál es el tratamiento más eficaz de la insufuciencia respiratoria secundaria, lo que se conoce como síndrome de la hipoventilación, en pacientes obesos.

El estudio, en el que participan 16 hospitales y 75 investigadores españoles, se llevará a cabo porque en estos pacientes el tratamiento estándar «no está del todo definido», algo que preocupa ante el «reciente aumento de la obesidad» en España dado que el origen de esta patología radica principalmente en la acumulación de grasa en el tórax y en el abdomen, dificultando enormemente los movimientos respiratorios y la respiración. Esta sobrecarga causa una fatiga crónica de los músculos respiratorios, elevación del anhídrido carbónico en la sangre y narcosis del centro respiratorio.

En principio, el adelgazamiento resultaría ser el tratamiento perfecto, aunque en estos pacientes las pérdidas importantes de peso son difíciles de conseguir y todavía más de mantener. Igualmente, la cirugía del estómago (gastroplastia) también resulta útil solamente para una minoría, «ya que presenta una elevada mortalidad y un mayor riesgo en pacientes con insuficiencia respiratoria», según los investigadores. Por todo ello, la investigación se va a centrar en el tratamiento con ventilación no invasiva (VNI) y en la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), aunque en estudios previos «no se ha demostrado convincentemente» que la mejoría obtenida con este ultimo tratamiento sea equivalente a la obtenida con la aplicación de la VNI.

La ventilación no invasiva es una forma de ventilación artificial, similar a la utilizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero que no requiere anestesia ni la introducción invasiva de un tubo en la tráquea. La presión positiva aplicada intermitente mediante mascarillas nasales o naso-orales mejora la insuficiencia respiratoria proporcionando reposo a los músculos respiratorios y disminuyendo la intoxicación (narcosis) cerebral por el anhídrido carbónico.

Los investigadores opinan que, aunque la CPAP puede mejorar parte del problema (apneas de sueño), la VNI puede ser «un tratamiento más completo». «Actualmente hemos concluido la primera fase del estudio, que ha tenido una duración de cuatro años y que pretende demostrar cuál de los tratamiento comentados mejora más los síntomas, la insuficiencia respiratoria y la calidad de vida y de sueño. Los resultados finales sobre la eficacia del tratamiento tanto en vigilia como durante el sueño serán presentados en los próximos meses», asegura Juan Fernando Masa, neumólogo del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres y coordinador del proyecto.

El estudio todavía continuará tres años más con la finalidad de completar su segunda fase, y el principal objetivo será comprobar si la ventilación no invasiva disminuye ingresos hospitalarios. También demostrará, por primera vez, el grado de disminución de las repercusiones de este síndrome (hipertensión arterial y pulmonar, eventos cardiovasculares, ingresos hospitalarios y mortalidad) o si éstas disminuyen más según el tipo de tratamiento empleado.

 

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