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La ingesta diaria de verduras durante la gestación previene que el feto contraiga la diabetes tipo I

verduraEl pasado 27 de octubre, expertos de la Federación Española de Diabetes (FED), alertaban sobre el progresivo aumento de diabéticos en las dos próximas décadas. En la actualidad, la cifra de afectados se sitúa en los tres millones. Las previsiones estiman que se puede llegar a los seis millones en un plazo corto de tiempo.

Según el Ministerio de Sanidad y Política Social, afecta a casi un 7% de la población, siendo los targets comprendidos entre los 30 y los 65 años de edad los más incidentes. A nivel global, según datos extraídos de la Internacional Diabetes Federation (FID), el número de diabéticos supera los 400 millones.

La diabetes es una enfermedad crónica. Varía según los tipos y puede ser causada por la baja producción de insulina, hormona producida por el páncreas. Existen tres grandes grupos.

La diabetes tipo I (aparece en la infancia y se caracteriza por la necesidad de aportar esta hormona mediante la inyección diaria al organismo); diabetes tipo II ( la más extendida. Suele aparecer en la edad adulta y se caracteriza por la inexistencia de producción pancreática de insulina), y la diabetes estacional (aquella en la que los niveles de glucemia se disparan durante el embarazo, sea o no diabética la afectada).

La sintomatología no puede ser la misma en todos los niveles. Visión borrosa, episodios de fatiga, continuada micción o pérdida de peso son algunos de los síntomas. Aunque en la diabetes de tipo II se suman otros tantos como aumento de la sed, vómitos o náuseas. En cuanto a los factores de riesgo, el componente genético una vez más arrasa. Los niveles altos de colesterol, la obesidad -cada vez se diagnostica más la diabetes de tipo II en niños debido a la mala alimentación- falta de ejercicio, cardiopatías así como un deterioro anterior de la tolerancia a la glucosa, son algunas de las causas que inciden en su aparición.

Tratamiento

El tratamiento de la diabetes se asienta principalmente en el control de los niveles de glucemia así como controlar la presión arterial y el colesterol. Aunque gracias a la investigación exhaustiva sobre esta enfermedad, se ponen sobre la mesa nuevas herramientas para luchar contra su aparición así como su proliferación en hijos de madres diabéticas, por ejemplo.

De hecho, en la última publicación de la revista médica Pediatric Diabetes, se publican las nuevas aportaciones de un grupo de expertos suecos de la Universidad de Gothemburg quienes han descubierto que la ingesta diaria de verduras durante la gestación protege al feto de desarrollar diabetes tipo I.

Los investigadores defendían que los niños predispuestos a padecer esta enfermedad desarrollan anticuerpos que atacan a las células productoras de insulina. El 3% de los 6.000 menores de cinco años evaluados, tenían altos niveles de éstos por lo que habían desarrollado la enfermedad en su primer estadío.

Aunque también señalaron que «no se puede decir con certeza que son las verduras por si mismas las que tienen este efecto protector, pero otros factores relacionados con su ingesta como el nivel de educación de la madre, no parece que aclaren esta relación».

Educación y autocontrol

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes el próximo 14 de noviembre, desde la FED se viene alertando de la falta de inversión para su control. De hecho, España es uno de los países que se encuentran a la cola en financiación para luchar contra esta enfermedad. Por debajo de la media europea.

Por tanto, sostienen que el coste económico se puede prevenir apostando por un cambio de política. Es decir, invirtiendo en programas de educación y autocontrol de la enfermedad.

Su presidente, el doctor Ricardo García-Mayor, defiende que «hay que tener en cuenta que si la mayor partida de este gasto se debe a las complicaciones asociadas a un control deficiente de la diabetes, resulta pensar que se debería invertir más en prevención, diagnóstico precoz y educación diabetológica».

En definitiva, es necesario cambiar el modo de inversión para actuar de una forma efectiva en su prevención y tratamiento. La diabetes no tiene cura. Afecta cada vez a un mayor espectro poblacional y además incide con mayor frecuencia en niños pequeños. En vez de erradicarse, prolifera. Va camino de doblar la cifra actual. Y con ello, el gasto se inflará convirtiendo a esta enfermedad en un losa demasiado pesada para un sistema sanitario que sufre cada día con el paso de la crisis económica.

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