El colágeno y la elastina son dos proteínas muy importantes para el funcionamiento del cuerpo que, si bien están estrechamente relacionadas, no tienen exactamente las mismas funciones. La síntesis del colágeno es la base para la creación de tejidos y estructuras complejas del cuerpo, mientras que la elastina es la proteína necesaria para que los tejidos puedan estirarse y encogerse de forma repetida.
La implicación de ambas proteínas en el aspecto de la piel explica por qué muchas cremas faciales poseen colágeno y elastina. No obstante, dichas proteínas no sólo tienen importancia para la belleza sino también para un correcto funcionamiento del cuerpo.
Función del colágeno
El colágeno es la molécula proteica más abundante en el cuerpo, ya que se calcula que aproximadamente una de cada cuatro proteínas del organismo es colágeno. Su función esencialmente es la de unir los tejidos conectivos (músculos, tendones, ligamentos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos).
El colágeno actúa como un elemento de sostén que mantiene unido el cuerpo, formando las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo. Para ello, el colágeno se mezcla con otras sustancias y minerales: se une al calcio para formar los huesos, a la elastina para la piel y los cartílagos… El colágeno, en definitiva, es responsable del grado de firmeza de todas estas estructuras.
Función de la elastina
La elastina es una proteína presente en el cuerpo (aunque en menor cantidad que el colágeno) cuya propiedad principal es la de hacer posible que los tejidos se estiren y luego vuelvan a su posición original sin roturas o elongaciones. La elastina forma parte de los tejidos conjuntivos, el sistema óseo, los músculos y los cartílagos, a los que da resistencia y flexibilidad. Entre sus funciones más importantes también está la de sostener las fibras de colágeno y mantenerlas en su lugar.
En el caso de la piel, la elastina sirve para mantenerla hidratada, evitar las roturas de las fibras del tejido conectivo, prevenir la aparición de las estrías, paralizar la flacidez, funcionar como remedio contra el envejecimiento (evitando las arrugas) y mejorar la síntesis del colágeno natural. Mientras que el colágeno ofrece firmeza, tono y resistencia a la piel, la elastina hace posible que sea más flexible y que después pueda volver a su estado natural. Si las fibras de elastina se rompen por estirarse demasiado es cuando aparecen las estrías o la piel se queda flácida.
En cuanto al cabello, la elastina lo mantiene hidratado, lo protege de las roturas, le aporta elasticidad para que sea flexible y le da fuerza y resistencia.
Cómo combatir la falta de colágeno y elastina
Con el paso del tiempo, la producción de colágeno en el cuerpo se va reduciendo, de manera que a los 40 años el organismo produce, aproximadamente, la mitad de esta proteína que en la adolescencia. Esto provoca pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, osteoporosis, deterioro en la vista, etc. Lo mismo ocurre con la elastina, cuya falta provoca la aparición de los síntomas del envejecimiento (arrugas, piel flácida…).
Para suplir la carencia de estas dos vitaminas existen complementos alimenticios como el colágeno hidrolizado en polvo o pastillas y la elastina -también hidrolizada- en capsulas. También es posible tomar alimentos que contengan colágeno, como lácteos, huevos, carnes y algunos pescados (atún y salmón principalmente). Asimismo, el consumo de verduras de hoja verde, soja y alimentos ricos en vitamina A y zinc estimula la producción natural de elastina, mientras que las frutas rojas y los alimentos ricos en vitamina C ayudan a producir colágeno.