En la actualidad, por diversos motivos, las mujeres son madres cada vez más tarde, pero eso es un factor que dificulta quedarse embarazada, por eso hay que tener en cuenta los diversos métodos que existen para poder facilitar la maternidad a cualquier edad. Una de las técnicas más utilizadas es la vitrificación, que es el nombre que se le da a la congelación de ovocitos y que resulta muy útil para retrasar el momento de ser madre.
Si quieres saber cómo puedes preservar tu fertilidad con este método en este artículo vamos a explicarte todo lo que necesitas saber.
¿Qué es la vitrificación?
La vitrificación es una técnica de reproducción asistida con la que se congelan los óvulos femeninos. Este método se lleva a cabo preservando los óvulos a una temperatura de -196 grados gracias al nitrógeno líquido y a otras sustancias crioprotectoras que permiten mantener su calidad de forma indefinida. Los crioprotectores son unas moléculas que se utilizan para reducir el contenido de agua que se encuentra dentro de los ovocitos, ya que se corre el riesgo de que se formen cristales de hielo en su interior.
¿Cómo es el proceso de vitrificación?
Este tratamiento consta de dos pasos, el primero es el que lleva a cabo el equipo de ginecología para extraer los ovocitos y el segundo es del que se encargan los embriólogos del laboratorio.
Obtención de los ovocitos
Para empezar, hay que estudiar la fertilidad de la mujer que va a someterse al tratamiento mediante una ecografía vaginal y una analítica hormonal. Con estos exámenes se puede saber el estado de la reserva ovárica. Después la paciente debe someterse a un proceso de estimulación ovárica, que es similar al que se hace antes de un tratamiento de fecundación in vitro, con unas inyecciones. Para llevarlo a cabo, tiene que acudir dos o tres veces a la clínica para que se compruebe si el crecimiento folicular es correcto y en función de los resultados se ajusta la dosis hormonal y el periodo de tratamiento.
Cuando los folículos tienen el tamaño correcto se hace la extracción de los óvulos. Esta es una intervención en la que se introduce una aguja ecoguiada para aspirar los folículos y obtener los óvulos. Para minimizar las molestias a la paciente se la seda, pero la punción folicular dura en torno a unos 15 minutos.
Vitrificación
Los ovocitos extraídos se llevan al laboratorio para que el embriólogo evalúe su calidad y madurez. Tras eliminar las células de granulosa se colocan entre dos y cuatro óvulos en un soporte que se introduce en un contenedor con nitrógeno líquido.
Uso de los óvulos
Cuando se quiera hacer uso de los ovocitos, el embriólogo deberá seguir un protocolo para pasarlos a una temperatura de 37 grados. Esto se debe hacer al menos dos horas antes de la fecundación y durante ese tiempo permanecen en un incubador en las condiciones óptimas.
La tasa de supervivencia de los óvulos tras su descongelación es muy alta, alcanzando un 90 por ciento.
En resumen, es posible retrasar unos años la maternidad, gracias a los métodos de reproducción asistida, como la vitrificación de ovocitos.