Cualquier tipo de piel, incluso si es grasa, puede sufrir sequedad en algún momento, especialmente con la llegada del frío.
La pérdida de agua en la piel produce alteraciones en la capa externa de la piel, la epidermis, que ya no puede realizar correctamente su función protectora de barrera. Por ello la piel se vuelve más sensible y vulnerable a los agentes externos provocando irritación o enrojecimiento. Además, la sequedad de la piel provoca la aparición de arrugas y líneas de expresión de forma prematura. El invierno empeora los problemas de sequedad en la piel y sus consecuencias. El frío y las inclemencias climáticas como el viento hacen que la piel sufra mucho en el exterior. A esto se suma la sequedad ambiental que produce la calefacción en los espacios interiores y los contrastes drásticos de temperatura que también afecta negativamente a la piel.
Para combatir los problemas derivados de la sequedad de la piel, La Roche-Posay ha desarrollado una gama de productos para el cuidado de la piel, que nutren y protegen la piel muy seca y la sensible. Sus fórmulas enriquecidas con agua termal y otros activos que calman y preservan la epidermis. Destacan en sus formulaciones los MP lípidos, que son activos biomiméticos utilizados por primera vez en dermocosmética, procedentes de la investigación sobre la dermatitis atópica.
Los expertos en dermocosmética explican que la hidratación es esencial para combatir la piel seca, por lo que recomiendan utilizar cremas que ayuden a reponer lípidos, con ceramidas. Por ejemplo cosméticos cuya formulación contenga manteca de karate, un producto 100% natural, que concentra una gran cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes, que ayudan a reconstituir la película hidrolipídica y protegen frente a las agresiones externas. O el glicerol o glicerina, que permite hidratar la piel en profundidad. Estos componentes permiten reducir reducir el tacto áspero de la piel seca; así como la irritación, el enrojecimiento y el picor en las pieles más sensibles,
5 trucos para combatir la sequedad de la piel
Además del uso de cremas y lociones especifica, hay gestos del día a día que pueden ayudar a prevenir la sequedad de la piel.
-Evita los espacios en los que se abuse de calefacción o aire acondicionado porque los ambientes muy secos afectan a la piel. Si no los podemos evitar porque se trata del lugar de trabajo por ejemplo, puede ser de gran ayuda contar con un humidificador portátil que añada humedad al ambiente y evite que la piel se reseque.
-Aunque pueda parecer una incongruencia, el exceso de exposición al agua elimina las grasas naturales que lubrican y protegen la piel. Los baños con agua demasiado caliente o el acudir habitualmente a piscinas con cloro también producen sequedad en la piel. Es conveniente reducir la temperatura del agua de la ducha y que esté tibia en lugar de demasiado caliente.
-Elige prendas de fibras naturales como el algodón que dejan que la piel respire y transpire. Además, a la hora de lavar la ropa, es recomendable utilizar detergentes sin colorantes ni perfumes que pueden producir rojeces o irritación en la piel.
-Utiliza jabones hipalérgenicos, que no contengan fragancias ni compuestos artificiales, y a la hora de secarse es conveniente no restregarse con fuerza, sino hacerlo de forma suave o con ligeros toquecitos.
-Incorpora a tu dieta grasas saludables para nutrir la piel, presentes en alimentos como: frutos secos, pescado azul, aguacate o aceites vegetales. Además, es imprescindible beber la suficiente cantidad de agua, al menos dos litros al día.