Su nombre ya mundialmente conocido como Gripe A viene de la determinación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al comprobar las distintas controversias que se estaban dando sobre las nomenclaturas propuestas desde los EEUU y Europa. Del mismo modo, está causada por una variante proviniente de Influenzavirus A de origen porcino (subtipo H1N1). Por su parte, la que parece ya olvidada gripe Aviar (también llamada Flow Plague), coincide en el subtipo. Pero en este último caso el virus es el H5N1. Por ello, más allá de su diferencia viral, la actual proviene del cerdo en vez de las aves.
En concreto, todas las denominaciones de estos virus gripales incluyen tanto el tipo, como el subtipo antegéncio, lugar, número y año de aislameinto. De este modo, el desglose de la actual Gripe A sería: cepa A/New Caledonia/20/99 (H1N1). Es decir, que es un virus de tipo A, cuyo subtipo corresponde al H1N1, que fue aislado en Nueva Caledonia en el año 1999 y cuya cepa se corresponde con el número 20, casualmente aislada el pasado año.
Según una información publicada el 17 de febrero del 2002 en el San Francisco Chronicle, el médico Johan Hultin en un viaje a Alaska se topó con su destino: encontrar la cepa de la gripe Española, de la que hoy ya se sabe que procede tanto la gripe Aviar como la actual gripe A (porcina). «Sabía que estaba ahí, lo sabía», manifestó en su día Hultin. Como por arte de magia se dio de bruces con una de las víctimas de aquella pandemia (de la que se estima que murieron cerca de 50 millones de personas), una mujer cuyo cuerpo se encotraba intacto. Tras la extracción de sus pulmones del virus, se presentaba como un gran descubrimiento.
El primer afectado de la gripe A, según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), datan del 1 de marzo del 2009 cuando un niño de diez años la contrae (hasta el 30 de abril -según datos publicados por la Organización Panoamericana de la Salud (PAHO)- no se certificaría que la cepa correspondería con la actual H1N1). ¿El último?. Mañana, será el siguiente.
Y es que desde que el 11 de junio, la OMS la clasificó como de nivel seis. Es decir, no define la gravedad de la misma sino la extensión geográfica a la que puede afectar. Esto viene a decir, que hasta que no se tengan más datos concluyentes sobre la misma, no se emitirán más informaciones categóricas. Es más, Margaret Chan, directora general de la organización, manifestó el 4 de mayo, que «puede que en un mes este virus desaparezca, puede que se quede como está o puede que se agrave».
¿Cómo se combatirá en España?
El pasado 10 de julio de 2009, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunciaba la compra de 37 millones de dosis de vacunas a las farmacéuticas Glaxo y Novartis. Del mismo modo, aumentó en tres millones más de Oseltamivir, el famoso ‘Tamiflu’ (tratamiento antiviral).
El pago de las mismas, tras el acuerdo firmado en la mesa sectorial el 3 de junio, serán acogidas por las 27 Comunidades Autónomas (CCAA). Del reparto de las vacunas, el Estado se quedará con 10 millones con el objetivo de tener una reserva estratégica. Tras los datos publicados por el propio Ministerio, la inversión se sitúa en los 266 millones de euros.
Jiménez señaló ayer que «se están siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea (UE)». La duda principal parece radicar si serán suficientes el número de vacunas para el grueso poblacional. Según los datos aportados anteriormente, se estima que el 40% de la población española será vacunada.
Países como Reino Unido podrá vacunar más de la mitad de su población (60 millones de dosis) así como Francia, que espera cubrir las necesidades de un más que esperanzador 70%. La OMS por su parte, cada día es más cauta con la emisión de datos. Y es que aunque los correspondientes a la mortalidad de esta gripe son muy bajos, cualquier prevención es poca. Más vale prevenir que curar, ¿no?.