Cuando en tiempos anteriores había un hombre que empezaba a padecer disfunción eréctil, se sentía una persona con muy mala suerte por estar sufriendo esta condición. Gracias a Internet, hoy en día la mayoría de afectados saben que no están solos. Y es que en la red es fácil dar con estadísticas de diversos organismos de salud, señalando los informes que aproximadamente un 10 por ciento de los varones tienen este problema.
A cada hombre le afecta de una manera en concreto, pero en líneas generales la disfunción eréctil suele presentarse en forma de dificultades a la hora de tener erecciones o conseguir que se mantengan durante un rato. A algunos usuarios incluso les pasa factura reduciendo su apetito sexual.
Sean cuales sean los síntomas, existe la posibilidad de acabar con ellos. Así lo demuestran tanto las pastillas como los geles que están disponibles en www.farmaciaraquelmota.com, una farmacia online especializada.
Eso sí, por muy efectivos que sean estos remedios, es imprescindible para los afectados que averigüen la causa de la disfunción eréctil. Y es que a pesar de que los productos que venden en farmacias como la recientemente mencionada ponen fin a los problemas, tal vez surjan otros provocados por aquello que está causando la dificultad para tener o mantener erecciones y el escaso apetito sexual.
Causas más comunes
Aunque el hombre afectado por la disfunción eréctil decida poner remedio a la situación y coseche buenos resultados con una pastilla o un gel, conviene que vaya más allá. En concreto, ha de acudir a un profesional de la salud para que le diagnostique de manera adecuada. Esto es debido a que hay algunas causas que podrían afectarle gravemente si no son tratadas cuanto antes.
Por ejemplo, el colesterol elevado es una de las causas habituales. Si solo afecta al hombre impidiéndole mantener erecciones, tal vez sea un mal menor. Pero, ¿qué pasa si más adelante provoca un problema de salud grave de verdad? Esto demuestra la importancia de acudir a un especialista con tal de que determine qué es lo que está causando la disfunción eréctil.
A la lista de causas habituales hay que sumar muchas otras más. En la mayoría de casos hablamos de problemas relacionados de una u otra manera con la sangre, ejemplificándolo la ateroesclerosis. Tarde o temprano las arterias acaban acumulando placa, la cual se produce por la acumulación precisamente del colesterol del que hablábamos antes.
En las paredes de estos conductos también pasa a haber grasa, amén de otros elementos que dificultan el paso de la sangre. Al principio quizá solo afecte en forma de disfunción eréctil, pero en un futuro podría ser sinónimo de tener problemas muy serios, incluyendo la muerte. De hecho, en EEUU es la enfermedad que más mata, superando con creces al cáncer.
Continuamos con las causas relacionadas con la sangre, hablando ahora concretamente de una presión de las arterias que es demasiado elevada. Comer demasiada sal es uno de los desencadenantes, pero hay muchos otros que han de ser analizados y diagnosticados por un experto en la materia.
Sufrir disfunción eréctil también puede ser causado por algún tipo de enfermedad que afecta al corazón, así como por la diabetes, el tabaco y muchas otras causas que tal vez no sean tan comunes.
Las dos últimas que veremos a continuación sí son muy habituales. Por suerte, ambas tienen solución que no requiere visitarse con profesionales de la salud, sino adoptar unos buenos hábitos de vida.
El primero al que nos referimos es el estrés y la ansiedad. Ambos son males endémicos y afectan a un elevadísimo porcentaje de la sociedad.
Cuando la mente tiene que lidiar a diario con mucho nerviosismo, acaba anulando ciertas funciones del organismo. Por desgracia, una de ellas es la de mantener las erecciones. Otra se resume en disminuir el deseo sexual porque la mente solo pasa a estar preocupada en solucionar los problemas que generan el estrés.
Si el estrés y la ansiedad están muy presentes en la sociedad actual, no se queda atrás la falta de sueño. Precisamente un factor desencadenante del nerviosismo -el trabajo y los estudios- es lo que también provoca que los hombres no puedan dormir las ocho horas de rigor.
Al conciliar el sueño tarde y mal, la mente no desconecta del todo, así que tampoco lo hace el organismo. Cuando tiene que dar la talla en la cama, es incapaz de hacerlo. De hecho, a veces el cansancio da pie a que el varón ni siquiera tenga ganas de mantener relaciones sexuales.
Como hemos dicho, estas últimas causas tienen solución: practicar deporte con regularidad para liberar serotonina, meditar cada día unos cuantos minutos -funciona sobre todo si se hace antes de ir a dormir- y participar en sesiones que demuestran ser muy efectivas combatiendo el estrés, tales como yoga y pilates.