El año nuevo viene cargado de una larga lista de buenos propósitos, la mayoría de ellos relacionados con sentirnos mejor: dejar el tabaco, ponernos a régimen, practicar más deporte… En esta lista siempre se nos olvida algo, mucho más natural y cotidiano: dormir. El promedio de horas que un adulto debería dormir, es alrededor de siete horas, sin embargo solo una pequeña parte de la población, logra descansar el tiempo que se recomienda.
Entonces, ¿cuánto sueño necesitamos?
La Fundación Americana del Sueño recomienda que los adultos de entre 18 y 64 años tengan entre 7 y 9 horas de sueño cada noche. No obstante, la duración ideal del sueño será única para cada durmiente y se ubica dentro de este rango horario recomendado. Para saber cuánto tiempo necesitas para dormir, haz el siguiente experimento durante una semana:
- Vete a la cama pronto, que le dé tiempo a tu cuerpo a relajarse y dormir.
- Deja la tecnología fuera del dormitorio, prohibición total de móviles y otro tipo de distracciones en la cama.
- Crea un espacio con un ambiente realmente apto para dormir en cuanto a iluminación, temperatura y ruidos.
- Déjate dormir, en la medida de lo posible, se pretende saber cuáles son las horas de sueño que necesitas para levantarte descansado.
Durante esta semana, mantén un diario de tus horas de sueño, es entonces cuando podrás saber cuántas horas son las que necesitas dormir cada día. Al controlar dicho rango, podrás saber mejor qué se adapta a tus necesidades.
Cómo conseguir dormir más
¿Y si hasta el momento no estabas durmiendo lo suficiente? ¿Cómo mejorar nuestro sueño de cara al año que empieza? Existen una serie de medidas para llevar a cabo y conseguir mejorar nuestro descanso:
1) Reduce la exposición a la luz cuando llega la noche
Las luces artificiales retrasan nuestra el advenimiento del sueño y alteran la producción de melatonina, directamente implicada con los ciclos de sueño-vigilia.
2) Establecer una rutina
Las actividades previas a ir a la cama (ducharse, cepillarse los dientes, leer un libro un rato cada noche, etc), pueden ayudar a tu cuerpo a reconocer y prepararse para ir el momento de ir a la cama.
Asegúrate de que este tiempo sea un añadido, es decir no robes horas a tu sueño para que te dé lugar a relajarte antes de acostarte.
3) Habla con tu médico sobre tu sueño
Si te dicen que roncas, o nunca te sientes realmente descansado, incluso después de lo que parece ser un largo sueño, consulta con un especialista de sueño, podrías estar padeciendo un trastorno subyacente que hace que dormir lo suficiente no sea la solución.
4) Revisa tu equipo de descanso
Colchón: Procura que tu colchón sea firme, y a la vez adaptable, además la superficie debe estar libre de deformaciones, esto asegurará que tu espalda descanse en la posición más natural posible.
Almohada: La almohada debe en todo momento respetar la curva cervical y sostener el cuello, por eso debe ser firme a la vez que confortable.
Base: La superficie sobre la que reposa el colchón no debe tener ninguna deformación y debe permitir que este mantenga su posición, además de ser importante para la firmeza final del equipo de descanso.