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Dormir bien para crecer más

CORRIENDO_EN_FAMILIA_RETOCADO

El crecimiento humano está desencadenado por una serie de fascinantes y complejos procesos celulares, estimulados por un combinado de hormonas, siendo la Hormona del Crecimiento (HGH), la que desempeña el papel más importante (aunque no es la única implicada). Secretada por la hipófisis, actúa sobre todos los tejidos del cuerpo provocando progresivamente el desarrollo celular, el alargamiento de cartílagos y regeneración muscular con el consiguiente beneficio para el organismo.

La función de esta hormona es fundamental para la especie humana, de ella depende el desarrollo y crecimiento del individuo, la producción alcanza niveles desorbitados sobre todo en las dos primeras décadas de la vida de una persona. Para cuando entramos en la edad adulta, la secreción desciende considerablemente y ya en la vejez prácticamente no se encuentran concentraciones en el organismo.

¿Quiere decir que cuando somos adultos vamos a seguir subiendo de talla? (¡Ojo! A lo alto, a lo ancho es por otros motivos). Evidentemente todos sabemos que no es así, pero la hormona del crecimiento también contribuye en la reconstrucción y recuperación celular, de hecho existen estudios que apuntan a que una parte del deterioro relacionado con la vejez, está provocado por la ausencia de hormona del crecimiento (aunque este hecho no está demostrado.)

Y llegados a este punto, ya te habrás preguntado en más de una ocasión, por qué a unos expertos en descanso (como somos en Grupo Lo Monaco) podría interesarnos esta hormona. La respuesta está en que esta sustancia se libera casi exclusivamente mientras dormimos, más concretamente, en la fase de sueño profundo o de ondas lentas, las de mayor amplitud y menor frecuencia (para diferenciarlas de la fase REM, compuesta por ondas rápidas con una frecuencia mayor). Es fácil de intuir que si dificultamos su producción, restando horas al sueño o con un descanso nocturno deficiente, también nos privaríamos de sus cualidades reconstructivas que como ya hemos señalado, son cruciales sobre todo en edades tempranas. Por eso es fundamental dejar que la HGH haga su trabajo si queremos que nuestros niños se hagan grandes y fuertes. Por otro lado, practicando deporte impulsamos su segregación y, de esta manera, estimulamos el metabolismo, que a su vez ayuda a regenerar nuestro tejido muscular. Por último una vez más el sueño es el eslabón que cierra esta espiral reconstructiva, ya que mientras dormimos se completa este ciclo, para los que realizamos una actividad física moderada o intensa, esporádica o de forma habitual.

Por lo tanto es fundamental no restar al sueño, cantidad y sobre todo calidad, buscar siempre las condiciones óptimas en el dormitorio y confiar tu descanso a profesionales que te orienten y te ayuden a elegir una cama que reúna las características idóneas.

 

 

 

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