Cuando una persona tiene dificultad para tragar de forma ocasional, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, cuando esto persiste en el tiempo es conveniente acudir a un especialista, ya que puede tratarse de disfagia, una condición médica que afecta al 5% de la población y que requiere tratamiento.
La disfagia es un síntoma que consiste en la dificultad o imposibilidad para tragar, tanto de alimentos sólidos, semisólidos y/o líquidos; Un desorden en la coordinación de los movimientos de la deglución por alteración neurológica o estructural, con riesgo de penetración o aspiración endolaríngea.
Desde el punto de vista anatómico la disfagia se clasifica en Orofaríngea y Esofágica.
La disfagia Orofaríngea es la dificultad en el inicio del trago. Supone casi el 80% de las disfagias diagnosticadas. Puede ocurrir por una causa funcional o estructural, acompañada o no de Odinofagia (dolor). Suele estar muy relacionada con trastornos neurológicos, alteraciones músculo-esqueléticas como distrofias, algunos tipos de cáncer oral, procesos post-cirugía, o secundarias a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, entre otros.
Mientras que la disfagia esofágica se refiere a la alteración en la fase esofágica que incluye el paso del alimento hacia el estómago. Supone el 20% de las disfagias diagnosticadas. Este tipo de disfagia está más relacionado con alteraciones motoras o estructurales del tipo de masas cancerosas situadas en posiciones más bajas junto a esófago o hernia de hiato.
Los signos y síntomas asociados a la disfagia son incapacidad para reconocer la comida, sialorrea profusa, dificultad para retener el alimento en la boca, tos antes, durante y después de la deglución, pérdida de peso, malnutrición y deshidratación, neumonía por aspiración, atragantamiento, mal aliento, dolor y arcadas al tragar.
La sospecha de disfagia debe plantearse en pacientes que refieren síntomas aparentemente diversos, el enfermo que tose o se atraganta al comer muy probablemente está teniendo una aspiración. La voz húmeda es indicativa de secreciones en la glotis que pueden producir penetración y aspiración de las mismas.
Otros pacientes refieren dificultades para hacer progresar el bolo por la farínge o sensación de residuo en la garganta y necesidad de realizar varias degluciones. Las degluciones fraccionadas, la pérdida de peso progresiva, la necesidad de alargar el tiempo de las comidas o evitar determinados alimentos son síntomas de alteración en la eficacia de la deglución y de una posible desnutrición.
En los últimos 10-12 años se han incrementado las posibilidades de rehabilitación de los pacientes con disfagia. El nuevo reto es la creación de una sinergia entre el ejercicio activo y la estimulación nerviosa.
La electroestimulación es una técnica ligada a la producción de contracción muscular a través de la aplicación de un impulso eléctrico sobre los puntos motor del músculo y/o sobre sus terminales nerviosas (placas neuromotoras).
El tratamiento de la disfagia que se propone consiste en realizar una técnica no invasiva como la Electroestimulaión Neuromuscular (EENM) mediante la colocación de unos electrodos en la parte anterior del cuello, conectados a un dispositivo que genera los estímulos eléctricos capaces conseguir la contracción de los músculos. Con la electroestimulación se trata de potenciar los músculos con una inervación motora conservada.
El dispositivo Vitalstim Plus es hasta día de hoy es el único dispositivo homologado para ser empleado en la parte anterior del cuello. Los demás solo pueden utilizarse debajo del mentón y por encima del hueso hioides.
Para llevar a cabo el tratamiento de la disfagia, se establece de forma habitual, cinco días a la semana desde un mes a 18 meses o más, siempre bajo prescripción médica. El procedimiento más estandarizado consiste en la aplicación de una hora al día en periodos de 30 minutos.
Se debe comenzar con los tratamientos en una clínica y a medida que se va avanzando en el tratamiento, se puede trabajar en casa bajo supervisión del logopeda.
El tratamiento con la electroestimulación se ha demostrado muy eficaz ya que el 90% de los casos tratados tienen mejoría.