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Bases y beneficios de la medicina hiperbárica

La Oxigenoterapia Hiperbárica (OHB) es una disciplina médica que utiliza oxígeno medicinal respirado a altas concentraciones en un ambiente sometido a una presión superior a la atmosférica normal. Para objetivos clínicos, la presión debe de ser igual o superior a 1,4 mientras se respira 100% oxígeno.

Esta definición de la OHB excluye de entrada instalaciones surgidas en los últimos años por toda la península donde se disponen de cámaras que no cuentan con el certificado de equipos a presión, y que por lo tanto no alcanzan las presiones requeridas para realizar tratamientos en condiciones reconocidas de medicina hiperbárica.

LA OHB, y su aplicación mediante cámara hiperbárica, actúa directamente sobre muchas funciones de nuestro organismo, logrando efectos físicos directos por el aumento de presión, efectos fisiológicos en la disolución y difusión del oxígeno, actúa en procesos bio-regenerativos, mejora el balance energético, actúa en el sistema de defensa y el sistema inmunológico, y tiene efecto también sobre algunas hormonas, la hemoglobina, la coagulación, el aparato digestivo, etcétera.

Para llevar a cabo las sesiones de OHB se debe contar con el equipamiento debidamente certificado y con dos figuras fundamentales en el éxito y calidad de las sesiones, como son el operador de cámara y el médico especialista en medicina hiperbárica. Gracias a estas dos profesionales de vital importancia la OHB se puede emplear de manera segura y controlada como tratamiento en múltiples patologías.

Inicialmente se aceptaban cinco indicaciones para el tratamiento con esta terapia (accidente de buceo, intoxicación por CO, úlceras de pie diabético, lesiones radioinducidas como proctitis/cistitis y osteoradionecrosis). Actualmente el conocimiento y la experiencia adquirida en diferentes estudios han permitido aumentar considerablemente la lista de indicaciones.

Son muchas las especialidades que por lo tanto pueden beneficiarse de la OHB. A modo de resumen podemos agruparlas por áreas de interés:

– Músculo-esquelético: Fracturas abiertas con lesión por aplastamiento. Necrosis de la cabeza femoral. Aplastamiento sin fractura.

– Odontología-maxilofacial: Prevención de la Osteorradionecrosis tras extracción dental. Osteorradionecrosis mandibular.

– Radioterapia: Radionecrosis de tejidos blandos (cistitis, proctitis). Osteorradionecrosis (huesos distintos a la mandíbula). Lesiones radio-inducidas de tejidos blandos (distintos a cistitis y proctitis). Cirugía e implante en tejido irradiado (tratamiento preventivo). Lesiones radio-inducidas de laringe. Lesiones radio-inducidas del Sistema Nervioso Central.

– Infecciones: Infecciones bacterianas anaerobias o mixtas. Osteomielitis Crónica Refractaria.

– Heridas, úlceras y quemaduras: Lesión de pie diabético. Injertos cutáneos comprometidos y colgajos músculo-cutáneos. Quemaduras de 2º Grado y más del 20% del cuerpo. Reimplantación de miembros. Heridas no cicatrizantes seguidas a procesos sistémicos.

– Patología vascular: Oclusión de la arteria central de la retina. Úlcera Isquémica. Síndrome de Reperfusión tras procedimiento vascular.

A éstas habría que añadir otras indicaciones relacionadas con el dolor crónico, sistema nervioso, daño cerebral, oncología, etc.

La Oxigenoterapia Hiperbárica es una herramienta complementaria al tratamiento específico de cada patología, aportando muchas ventajas, pero no se debe abandonar nunca el tratamiento de base salvo indicación específica de los especialistas que le estén tratando.

Unidad de Medicina Hiperbárica de Oximesa, Policlinica SMD y Geriatric XXI

De la mano de OXIMESA, Policlinica SMD y Geriatric XXI se ha instalado la primera de las cámaras monoplazas prevista en las instalaciones de Armilla. Este tipo de cámaras permiten un tratamiento individualizado, ajustando la terapia (duración de las fases y presión de tratamiento) a las necesidades de cada patología y paciente. El modelo de cámara empleado permite llevar a cabo la atención de manera confortable y segura, controlando en todo momento tanto el estado del paciente como del funcionamiento de la cámara o la central de gases desde donde se suministra el oxígeno medicinal. El control por parte del operador y la supervisión del médico especialista de todos los pacientes es fundamental para garantizar el tratamiento seguro y la disminución al mínimo de los efectos secundarios o problemas relacionados con la administración de la terapia.

 

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