El ciclo sueño-vigilia está controlado primordialmente por un reloj biológico interno, que se sincroniza con la alternancia luz-oscuridad. Así la retina manda señales de presencia de luz al núcleo supraquiasmático localizado en el sistema nervioso central, que a su vez envía información a la glándula pineal para inhibir la producción de melatonina, y ya sabemos la influencia decisiva que tiene esta hormona en el sueño. Al prolongar una hora nuestra exposición a la luz, nuestro ritmo biológico es susceptible de descontrolarse. Además este “cronómetro” correlaciona con los hábitos cotidianos de sueño, y en condiciones normales, siempre tendemos a dormirnos a la misma hora de la noche, por lo que adelantando una hora el reloj, nuestro organismo no identificará inmediatamente el cambio, y progresivamente se irá adaptando.
Es conveniente que dejemos que la naturaleza siga su curso, y no tomemos medidas excepcionales (farmacológicas, cambio de hábitos…) para paliar este problema de sueño transitorio, además con un buen equipo de descanso de Grupo Lo Monaco puede ofrecer, esta transición será mucho más sencilla, además de placentera. Y por supuesto, no conviene alarmarnos, ya que en menos de una semana nuestro reloj debería “ponerse en hora” también, por lo que la mayoría de nosotros cuando estemos leyendo este artículo ya habremos recuperado nuestro ritmo normal.