El pasado 27 de septiembre, tuvo lugar el Día Mundial del Corazón, una fecha que invita a la reflexión sobre el impacto que tienen los hábitos de vida en la salud de nuestro corazón. Concretamente, tan importantes son el sedentarismo o la alimentación como los hábitos de sueño, en la prevención del desarrollo de enfermedades del corazón. Puede afirmarse pues que se considera el dormir bien como un hábito de vida saludable más.
Dormir bien beneficia la salud
Y es que existen múltiples estudios sobre la influencia del buen sueño y los perjuicios de dormir mal, que avalan esta afirmación. Sobre salud cardiovascular, en 2014 se publicaron en el European Journal of Preventive Cardiology las conclusiones de un estudio, donde se afirmaba que cuando las personas duermen más de 7 horas al día, ven considerablemente reducido el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, los malos hábitos de sueño, parecen asociarse con trastornos directamente relacionados a cardiopatías: obesidad, hipertensión, apnea del sueño…
Además de esta cantidad de sueño de la que venimos hablando, debe tenerse un sueño de calidad ¿Qué se entiende por calidad?
Evaluación objetiva y subjetiva del sueño
¿Cómo podemos conocer la calidad de nuestro sueño? Existen dos técnicas fundamentales que se utilizan para medir la calidad del sueño: el polisomnigrama y el diario de sueño. Desde el Laboratorio del Sueño de la Universidad de Granada, nos explican cómo se recopila información con estos valiosos métodos:
-El polisomnograma: es una técnica objetiva, a través de la cual, se analiza la señal eléctrica que emite la corteza cerebral en las diferentes fases por las que pasamos mientras dormimos. A través de unos electrodos estratégicamente colocados en el cuero cabelludo y en el torso del sujerto experimental. Así obtenemos datos precisos sobre la cantidad y la calidad del sueño.
-Como medida subjetiva, contamos con el diario de sueño. Con él, el propio sujeto va a elaborar un diario, registrando una serie de parámetros y factores que pueden afectar a la calidad y cantidad de sueño. Es una prueba muy sencilla de realizar que nos dará un cálculo sobre la eficiencia del sueño, aunque con limitaciones. (Evaluación subjetiva)
Dormir bien, significa cuidar nuestro corazón y cuidarlo es cuidar nuestra vida. Y recuerda, no hay buen sueño sin un equipo de descanso óptimo.
