¿Eres de los que babeas mientras estás profundamente dormido? ¡Enhorabuena! La ciencia dice que eso demuestra que estamos descansando bien. La explicación a grandes rasgos es que existen fases del sueño en las que la desconexión es absoluta, y la relajación muscular es completa. El tono muscular se relaja, entonces la saliva (de la que producimos aproximadamente un litro al día) se acumula en la cavidad bucal y se termina derramando.
¿Por qué y cuándo babeamos al dormir?
Mientras dormimos, nuestro cerebro pasa por varias fases que implican varios estados de activación y relajación psicofisiológica.
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Fase 1: Se combinarían las ondas alfa (se observan cuando estamos en reposo, pero despiertos), con una nueva actividad, llamada theta. Son ondas amplias y de baja frecuencia que indicarían un estado de relajación extremo y somnolencia.
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Fase 2: En esta fase la persona ya estaría dormida. Las ondas que se observan se denomina husos de sueño, además de los complejos K (onda amplia y negativa seguida de una onda más pequeña y positiva). Es una fase con un sueño ligero por lo que resulta fácil despertar.
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Fases 3 y 4: Son las fases de sueño profundo llamado sueño de ondas lentas (ondas delta). Permite que el cerebro descanse y se recupere del ajetreo de todo el día. Este período tiene una función esencialmente reparadora y dura unos 30 minutos.
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Fase REM: En esta fase es cuando se produce la actividad onírica, y es un período de sueño muy diferente al resto. En primer lugar, la actividad eléctrica que tiene lugar, muy similar a cuando estamos despiertos, y por otro lado, los ojos experimentan una actividad frenética, de hecho, estos movimientos rápidos de ojos (rapid eyes movements), son los que le dan el nombre a dicha fase.
A nivel muscular se observa que, durante la fase REM, se pierde el tono muscular, es decir se bloquean las señales cerebrales de movimiento voluntario. De esta forma el cuerpo queda relajado y, durante esta fase únicamente se observan movimientos involuntarios como los que se dan mientras respiramos. Esta distonía característica de la fase REM, hace que no traguemos saliva y que salga fuera de la cavidad oral por rebosamiento.
Cuando hemos pasado por todas las fases, se ha completado un ciclo de sueño, que es lo ideal para lograr un descanso reparador, por lo que despertarse con la almohada y la mejilla húmedas, significa que nuestro cuerpo y nuestro cerebro han descansado.