Home Noticias Nutrición

La vitamina E, el secreto de la perpetua belleza

Su segundo nombre es el alfa tocoferol, es liposoluble y antioxidante. Los que la conocen dicen de ella que protege al organismo de ciertas moléculas tóxicas y además, previene las anemias y los ataques cardiacos. Su nombre comienza por V y su apellido por E. ¿Qué aporte alimenticio es?. Se trata de la vitamina E y su hogar es la yema del huevo. Suele viajar hacia alimentos como el coco o el arroz y potencia las propiedades de los cereales y el pan integral. Una fiel amiga de la vejez, la visión y el sistema nervioso. ¡Conócela!.

Compuesta de ocho isómeros (compuestos que tienen la misma fórmula molecular pero diferentes propiedades), tiene un bajo porcentaje de absorción en el organismo no sobrepasando el 40% de su composición pura tras la ingesta, aunque difiere según la capacidad de absorción con lípidos. Como la mayoría de las vitaminas al ser sintetizadas, pierden gran cantidad de propiedades. La E, no iba a ser menos. Quizá el lector reconozca la presencia de ésta por medio del nombre alfa tocoferol, su principal carta de presentación en las tiendas especializadas.

La vitamina E no es destruída en el proceso de coción como se suele mentar. La eliminación de la misma viene potenciada cuando el alimento en el que reside sufre la fritura. Las enzimas pancreáticas se asientan como primordiales para su perfecta absorción. Puede que sea uno de los compuestos que más lenta aclimatación tiene al hígado y tejido adiposo. Esta vitamina liposoluble, tiene una gran cantidad de funcionesen el organismo.

Además de los ya citados beneficios sobre la visión o el sistema nervioso, el  alfa tocoferol es uno de los mejores antioxidantes, frena el stress oxidativo, potencia el mantenimiento del sistema inmuney revitaliza la piel utilizándose como un cicatrizante de garantías, principalmente ante quemaduras. Por otra parte, se ha demostrado que hace de barrera contra el envejecimiento de los tejidos al mismo tiempo que frena la pérdida de memoria. De hecho, se le ha llegado a llamar la vitamina de la perpétua belleza.

El tocoferol reside en todos los aceites vegetales de germinación tales como el de coco, arroz, cacahuete o soja. Además, al igual que todas las vitaminas liposolubles, tiene un alto grado de permanencia en todos y cada uno de los vegetales de hojas verdes. También se asienta potencialmente en los cereales y con un alto grado en los panes integrales.

Sin alfa tocoferol…

El organismo debe recibir el aporte vitamínico necesario para su adecuado funcionamiento. En este caso, sin el alfa tocoferol, el cuerpo humano se debilita. Desde la proliferación de vértigo (falta de equilibrio), retención de líquidos, ausencia de concentración, problemas en el sistema nervioso u alteraciones oculares. Además, es preciso hacer hincapié que la ausencia de vitamina E, fomenta la anemia hemolítica. Es decir, la destrucción de glóbulos rojos. Sin éstos, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares aumenta considerablemente. Por otra parte, la ausencia de vitamina E también se puede deber a la ausencia de zinc.

Cierto es que, como todas las vitaminas, el exceso en la ingesta por el contrario, puede acarrear ciertas complicaciones. Fatiga, hipertensión arterial o disminución de vitaminas como la C en el sistema sanguíneo, suelen ser algunos de los síntomas a los que el individuo se expone cuando se produce una saturación de esta vitamina. Además, se puede potenciar el efecto contrario en la protección del sistema inmunitario, afectándolo de manera que aumente el riesgo de reproducir una infección bacteriana. 

En definitiva, la vitamina E se asienta como indispensable para el cuerpo humano y uno de los mejores complementos vitamínicos. Por el contrario, su ausencia justificada se puede deber a reducidos factores como anomalías genéticas (deficiencia las proteínas que trasportan el alfa tocoferol) así como a la deficiencia física para la absorción de grasa.

 

Salir de la versión móvil