En los meses de invierno se produce, habitualmente, la mayor incidencia de cuadros respiratorios en la etapa infantil. Sobre todo en aquellos niños cuya edad es inferior a los 6 años.
La causa fundamental es la poca respuesta inmune ante este tipo de agresión, siendo su incidencia, mayor a menor edad tenga el niño, unido a las especiales características climatológicas de estos meses.
Voy a intentar dar unas normas claras de actuación, dentro de lo que resulta posible, ya que como bien saben no hay enfermedades, hay enfermos. Un cuadro gripal se caracteriza por una agresión severa a las mucosas de las vías respiratorias y, en ocasiones, a las digestivas también. Eso significa que tendremos un dolor más o menos intenso en garganta, fiebre elevada, molestias generalizadas, decaimiento, posiblemente nauseas y pérdida del apetito por esa agresión. El cuadro clínico es igual en el adulto y en el niño, salvo la hipertermia, mayor en el niño y si este es de corta edad difícilmente lo podrá explicar, llorará.
Una vez comienza a ceder la agresión, la mucosa se descama y comienza la etapa de abundante mucosidad, la cual para poder eliminarla, se acompañará de tos. El niño y sobre todo a temprana edad supone una dificultad añadida ya que no sabe toser, sonarse, eliminar esas molestas secreciones. Finalmente mejora la tos y finaliza el proceso.
Si hay agresión a la mucosa digestiva se presentaran nauseas y puede verse la presencia de heces tipo diarrea, no llegando al cuadro de una gastro enteritis.
Tratamiento
El tratamiento en esta etapa es la administración de antitérmicos, una buena hidratación y reposo, ya que el uso de antibióticos no resulta de ninguna utilidad al ser un proceso viral. Con motivo de la aparición de la gripe A, la cual seguimos padeciendo junto a la estacional, y continua siendo solo una gripe mas, trajo a los medios de comunicación el posible uso de fármacos tipo Oseltamivir en los cuadros gripales, que se usan solo en indicaciones muy precisas.
El tratamiento será diferente si existe una patología previa con la posibilidad de complicarse. En ese caso es posible que el Pediatra le indique el uso de antibióticos, en muy contadas ocasiones y con una vigilancia médica. La complicación más frecuente es la neumonía.
Señales de alarma que obligan a acudir a su pediatra siempre que sea posible, ya que es quien conoce al niño y su evolución:
• Cuadro febril de más de 5 o 6 días de evolución.
• Deterioro del estado general con la presencia frecuente de vómitos y dolor abdominal.
• Dificultad respiratoria.
• A más baja edad, mayor cuidado, sobre todo con menos de 6 meses de edad ya que posiblemente pueda requerir ingreso hospitalario.