Estos son algunos datos de la encuesta realizada a más de 4.000 personas por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito), en colaboración con la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Según la encuesta, las mujeres sufren más ansiedad que los hombres, un 8 % más, una diferencia que se ha estrechado en los últimos años. Ellas sufren más ansiedad pero disponen de más herramientas culturales para defenderse de ella y buscan ayuda con más facilidad que los hombres, lo tal y como ha señalado el psicólogo Fernando Miralles.
Las mujeres también se medican más que los hombres y lo hacen seis de cada diez con un nivel de ansiedad alto por uno de cada diez hombres. Por edad, hay más casos de ansiedad en las personas comprendidas entre los 51 y 64 años, según manifiestan el 34 por ciento de ellos, y les siguen las que se encuentran entre los 41 y los 50 (31 %), los que están entre 30 y 40, y los mayores de 65. Por actividad, los episodios de ansiedad son mayores en los parados (42 %) y las amas de casa (31 %), seguidos de los trabajadores por cuenta propia (casi un 27 %) y retirados o jubilados.
Para los especialistas en ansiedad, la crisis ha hecho mella en la salud mental de los españoles, ya que dos de las causas fundamentales de los síntomas de ansiedad son los problemas económicos y los laborales. Los económicos son la causa mayoritaria en los hombres, las personas entre 41 y 51 años, los parados y los trabajadores por cuenta ajena. Los problemas laborales afectan más a los varones, sobre todo a aquellos que se encuentran en torno a los 40 años o menos, ya estén en paro o en actividad por cuenta propia o ajena. No obstante, también pesan los problemas familiares ya que para las mujeres, los mayores de 51 años y los inactivos (jubilados, pensionistas y amas de casa) son el principal motivo.
Síntomas
La preocupación es el síntoma que más se sufre y lo hace en el 74 por ciento de los encuestados, seguido de la necesidad de beber, comer y fumar en exceso (49 %) y la inseguridad (45 %). En el caso de las mujeres también son muy frecuentes, síntomas como los pensamientos negativos o las molestias en el estómago, mientras que los hombres manifiestan mucha tensión. Otros síntomas son sudor, temblores, palpitaciones o aceleración cardíaca, movimientos repetitivos o evitación de situaciones.
Ante los datos de la encuesta, la SEAS ha hecho hincapié en que los ansiolíticos pueden ocasionar «importantes efectos secundarios», como dependencia, sedación, somnolencia y pérdida de atención diurna. Cuando la ansiedad es continuada, se recomienda acudir al psicólogo y si es ocasional se puede acudir a la farmacia y pedir consejo sobre los preparados de plantas medicinales para la ansiedad y el estrés. Muchas de esas plantas, según Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de Infito, tienen «propiedades sedantes, ansiolíticas y mejoradoras del sueño y presentan como ventaja que su utilización no provoca los efectos secundarios de los fármacos ansiolíticos de origen sintético». Entre ellas está la rhodiola, la valeriana, la melisa, la pasiflora y la amapola de California.