Los problemas derivados por los traumatismos leves, el uso de esmaltes agresivos o la presencia de uñas frágiles o quebradizas pueden abordarse fácilmente gracias a fórmulas muy completas y efectivas
Lucir unas uñas bonitas y perfectas (en la manos y en los pies) es mucho más que una simple cuestión de estética, colorido y diseño, tan de moda en nuestros días por la proliferación de negocios y profesionales dedicados exclusivamente a ello. Basta pasearse por las calles, por las perfumerías y las grandes superficies para cerciorarse del protagonismo que ha ganado la manicura y la pedicura, además de la enorme variedad de esmaltes de uñas y de productos específicos para lucir los coloridos y las decoraciones de última moda.
No obstante, unas uñas postizas, de fantasía o una manicura francesa pueden camuflar problemas importantes, que pueden combatirse a tiempo con un tratamiento específico, que sólo precisa de nuestra constancia. En el caso de las uñas de los pies, la utilización de un calzado inadecuado, la presión ejercida sobre ellas, una mala vascularización, la falta de la necesaria ventilación o la práctica de ciertos deportes de impacto (como el running) puede maltratarlas seriamente y hacer necesario un abordaje de choque.
Al encontrarse en la parte superior de la punta de las manos y de los pies, las uñas están expuestas diariamente a todo tipo de agresiones y de cambios en su estructura (exposición en lugares públicos, golpes o afecciones) que pueden incidir negativamente en su aspecto saludable.
Síntomas
Como punto de partida, hay que observar los síntomas originados por los hongos o los traumatismos leves para actuar de inmediato y elegir la mejor solución. En el caso de la primera dolencia, las uñas dañadas pueden ser blanquecinas o amarillentas, frágiles y presentar asperezas. Por lo que respecta a los traumatismos leves, por el uso de calzado estrecho o la realización de ciertas actividades deportivas, podemos contemplar manchas negras azuladas o blancas y líneas verticales u horizontales, entre otros signos.
No hay que olvidar tampoco que detrás de la mala salud de nuestras uñas pueden esconderse también problemas más serios por un déficit de nutrientes esenciales en nuestra alimentación, infecciones o enfermedades crónicas. En estos casos, lo más recomendable es acudir de inmediato a un especialista o consultar a nuestro farmacéutico para una primera valoración.
Mantener unas uñas limpias, fuertes, sin roturas y asperezas es, como hemos reiterado, una cuestión de salud e, igualmente, una magnífica carta de presentación, que dice mucho de la forma en la que cuidamos nuestra imagen e higiene personal. Hay que tener en cuenta también el papel que juegan estas uñas en la protección de los dedos y en la realización de tareas o actividades que precisan de una gran precisión o la mayor comodidad posible.
Para ser conscientes de su enorme importancia, basta observar las consecuencias de cualquier traumatismo en la uñas en el contexto de una competición deportiva (dolor e incomodidad) o el impacto visual que puede generar en un cliente verlas descuidadas o poco saludables detrás de un mostrador o en profesiones de atención al público.
Problemas comunes
En el mal aspecto de las uñas pueden influir factores de muy distinto tipo (traumatismos leves, uso de esmaltes agresivos, uñas frágiles o quebradizas, etc.). Un cambio en el color, forma y textura ya es un indicativo de que hay que tomar medidas. Abordar estos problemas es posible gracias a fórmulas tan completas y efectivas como el apósito líquido URGO Uñas Dañadas Filmogel. Se trata de un tratamiento muy sencillo para devolver la salud y la belleza a nuestras uñas, que puede ser utilizado tanto por los adultos como por niños a partir de los tres años Entre sus beneficios se encuentra la regeneración y la protección de las uñas dañadas, la formación de una película invisible flexible y resistente al agua, la mejora del aspecto de la uña desde la primera semana y su fácil aplicación gracias al pincel que lleva integrado.
Para ello, la recomendación pasa por aplicar el producto, invisible e inodoro, antes de acostarse. Con ello se favorece que actúe durante toda la noche sobre la superficie de la uña, limpia y seca. Otra ventaja es su rápida integración en la estructura de la uña sin la necesidad de limar ni de usar quitaesmaltes. Por tanto, siendo constantes y siguiendo estas recomendaciones tan sencillas, alcanzaremos el resultado deseado en el menor tiempo posible.