Seguramente la mayoría de ellos sea consciente de que la voz es su herramienta de trabajo más preciada, pero quizá no todos conozcan la mecánica de la fonación, y la importancia de cuidarse para prevenir la aparición de determinadas patologías, como pueden ser los nódulos vocales.
Todas ellas producen ronquera y cansancio al hablar conforme avanzan las horas del día. No debemos esperar a que aparezca una lesión orgánica para ponernos en manos del otorrinolaringólogo, que será el que haga un diagnóstico a partir de la imagen de las cuerdas vocales, y valore la necesidad de acudir al logopeda, que nos guiará en el proceso de rehabilitación foniátrica.
La mayoría de las veces, si estas lesiones benignas acaban de aparecer, suelen remitir con la terapia vocal, pero si no, el otorrino puede valorar la necesidad de extirparlas con microcirugía laríngea. Tanto antes como después de la intervención quirúrgica se debe realizar tratamiento logopédico.
No obstante debes saber que casi todas las patologías vocales están ocasionadas por el uso incorrecto de la voz y el abuso de la misma, con lo cual debes reestructurar tu mecánica fonatoria cuanto antes si no quieres que se reproduzcan las lesiones una y otra vez.
¿Cuándo empiezo a tener problemas?
Aquí te ayudamos a identificar aquellos signos de esfuerzo vocal que apuntan a una posible patología de las cuerdas vocales:
¿Por qué se dañan las cuerdas vocales?
Una persona que desarrolla una patología vocal, normalmente mantiene mucha tensión en la musculatura del cuello, donde centra prácticamente todo el trabajo vocal. La técnica vocal buena, entre otras cosas, consiste en mantener un apoyo muscular con el diafragma, para dar soporte al aire, y restar así trabajo a la musculatura del cuello, que es lo que impide una correcta vibración de las cuerdas vocales.
Las cuerdas vocales son fundamentalmente músculo, por tanto, se fatigan con el uso prolongado. La mucosa que las recubre es muy sensible a los alimentos demasiado fríos o demasiado calientes, al humo, al polvo, a la sequedad ambiental producida por la climatización artificial, a la inhalación de productos tóxicos, etc.
Pero sobre todo, esta mucosa necesita estar muy hidratada para amortiguar el movimiento vibratorio que produce la voz.
La hidratación, muy importante
Lo único que realmente hidrata las cuerdas vocales es el agua. Nunca debes sustituir el agua por un caramelo, pues vas agotando las reservas salivares, y en realidad no hidratas. No se trata de beberse un litro de agua antes de la jornada de trabajo, sino de ir reponiendo la hidratación con sorbos pequeos durante el habla.
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