El diagnóstico molecular del ganglio centinela en cáncer de mama, que consigue detectar de manera precisa y en 30 minutos las posibles metástasis en los ganglios linfáticos, ha eliminado prácticamente la posibilidad de que las pacientes deban ser sometidas a una segunda intervención quirúrgica.
Esta técnica, denominada OSNA, se utiliza actualmente en 75 hospitales (prácticamente la mitad de todos los españoles) y tiene una fiabilidad altísima, «prácticamente del cien por cien». El diagnóstico molecular del ganglio centinela en cáncer de mama es uno de los mayores avances producidos en los últimos años, ya que ha permitido eliminar los posibles falsos negativos, ha señalado el Carlos Vázquez Albadalejo, presidente de la SESPM.
En España se detectan aproximadamente cada año 17.000 tumores de mama y al menos un 60 por ciento de las pacientes son candidatas a aplicar la técnica del ganglio centinela. Uno de los grandes avances para el control de este tipo de cáncer lo constituye su extirpación quirúrgica y el análisis de los ganglios regionales de drenaje, fundamentalmente axilar, que rodean la mama.
Aplicando correctamente la técnica del ganglio centinela se consigue prevenir el linfedema, ya que se analiza un único ganglio axilar sin necesidad de extirpar totalmente todos los de la zona, ha explicado el doctor Vázquez. El diagnóstico molecular, que se realiza sólo desde hace dos años, es una técnica que no es barata pero es rentable porque ahorra los costes de una segunda intervención quirúrgica, además de los beneficios que reporta a la paciente.
Clave para elegir el tratamiento
La nueva técnica permite estudiar en tiempo real si el ganglio centinela está libre de metástasis o está metastatizado, lo que sirve para decidir el tratamiento a seguir. Las técnicas convencionales sólo permitían analizar una parte del ganglio extraído durante la intervención, lo que se traducía en falsos negativos intraoperatorios que podían alcanzar, en algunos casos, el 40 por ciento.
Ello significaba que, en un porcentaje importante de pacientes, debía completarse la cirugía sobre la mama en un segundo tiempo, ha señalado la doctora Bernet. Esta patóloga ha insistido en que «el diagnóstico molecular permite obtener en un tiempo muy corto, compatible con el tiempo quirúrgico del cirujano, un diagnóstico de elevadísima fiabilidad y muy estandarizado, es decir, que ya no depende de la experiencia del especialista que lo evalúe».
Por su parte, la doctora Julia Giménez, cirujana del Instituto Valenciano de Oncología, ha afirmado que gracias a estos avances diagnósticos, «en los casos en los que el ganglio centinela resulta negativo, evitamos a nuestras pacientes una intervención quirúrgica más agresiva como es el vaciado axilar completo y sus posibles complicaciones y efectos secundarios».