Los niños en aulas con recursos materiales inadecuados y aquellos cuyos profesores sienten que no son respetados por sus colegas muestran más problemas de salud mental que aquellos estudiantes de aulas sin estos problemas, según un estudio de la Universidad de Maryland en Estados Unidos que se publica en la revista ‘Journal of Health and Social Behaviour’.
Según explica Melissa A. Milkie, responsable del estudio, «los sociólogos y otros investigadores pasan mucho tiempo examinando los ambientes laborales y cómo están vinculados con la salud mental en los adultos pero no prestan atención a la relación entre el bienestar de los niños y sus ambientes ‘laborales‘, como sus escuelas y en concreto las aulas. Nuestra investigación muestra que el ambiente en el aula sí que importa cuando se trata de la salud mental de los niños».
«Estar en un aula carente de recursos podría tener un impacto negativo para la salud mental de los niños porque éstos se frustraran o desmotivaran por su entorno. Los profesores también podrían estar más desmotivados o rudos cuando no pueden enseñar de forma adecuada por el hecho de que carecen de las herramientas básicas», señala Milkie.
Más consideración, más beneficios
En lo referente a los profesores que sentían que sus colegas no les respetaban, la investigadora sugiere que existe un efecto perjudicial sobre los estudiantes. «Para los profesores, conseguir el apoyo y la motivación que necesitan de sus colegas, incluyendo el director, es probablemente importante por si los profesores son capaces de crear un clima en la clase que ayude a los niños a progresar. Si los profesores se sienten estresados porque no consiguen lo que necesitan de sus colegas, ese estrés podría recaer sobre los niños», añade Milkie.
Aunque el estudio se centra en niños de primaria, los investigadores esperan que estos resultados sean válidos para niños más mayores. «Me sorprendería si existieran descubrimientos diferentes en niños más mayores, pero nuestro estudio sólo examina a los de primer curso por lo que no podemos estar seguros», concluye Milkie.