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Trucos y tratamientos para tener los dientes blancos

Tener unos dientes blancos y cuidados mejora tu salud general y refuerza tu autoestima, ya que una sonrisa bonita proyecta una imagen cuidada y saludable. Aunque los tratamientos profesionales son efectivos, también existen múltiples trucos y hábitos que puedes incorporar fácilmente en tu rutina para conseguir ese tono blanco que tanto deseas. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre como blanquear los dientes.

El primer paso: evitar los enemigos de los dientes blancos

Una de las claves para tener dientes blancos es saber qué hábitos evitar. Hay ciertos alimentos y bebidas que tienden a manchar los dientes con facilidad. Por ejemplo, el café, el té, el vino tinto o los refrescos de cola pueden ser unos auténticos villanos para el blanco de tu dentadura. Intenta eliminar el consumo de estas bebidas o tomarlas con moderación y, si es posible, utiliza una pajita para reducir el contacto directo con los dientes.

El tabaco es otro gran enemigo. Fumar no solo daña la salud general, sino que también deja manchas amarillas muy difíciles de eliminar. Además, los cigarrillos afectan la producción de saliva, lo que puede favorecer la acumulación de placa. Si estás pensando en reducir o dejar este hábito, no solo mejorarás la salud de tus dientes, sino la de todo tu cuerpo.

Cepíllate los dientes con productos específicos

Uno de los pilares para conseguir y mantener unos dientes blancos es el cepillado frecuente con productos diseñados para esta finalidad. Cepillarse al menos dos veces al día es esencial, pero si realmente quieres resultados visibles, incluir una pasta dental blanqueadora en tu rutina puede marcar la diferencia. Estas pastas contienen ingredientes como el peróxido de hidrógeno que ayudan a eliminar las manchas superficiales y a prevenir nuevas acumulaciones.

Además de la pasta dental, el uso de un cepillo eléctrico puede ser un gran aliado. Los movimientos rápidos y controlados de estos dispositivos permiten limpiar más profundamente, alcanzando zonas difíciles que un cepillo manual podría pasar por alto. Muchos de ellos, además, incluyen modos específicos para el blanqueamiento que trabajan con una intensidad ajustada para no dañar el esmalte.

No olvides complementar el cepillado con un enjuague bucal formulado para dientes blancos. Estos productos no solo refuerzan el efecto del cepillado, sino que también eliminan bacterias y protegen contra la formación de placa, manteniendo tu sonrisa luminosa durante más tiempo. Si eres constante con el uso de estos productos específicos, pronto notarás que el tono de tus dientes se vuelve más uniforme y brillante.

La comida, tu mejor aliado

Los alimentos ricos en calcio, como los lácteos, fortalecen el esmalte y ayudan a mantenerlo sano. Además, frutas y verduras como la manzana, la zanahoria o el apio actúan como «cepillos naturales», eliminando restos de comida y bacterias mientras masticas. Otro truco popular es el uso de fresas. Sí, esas pequeñas frutas rojas contienen ácido málico, que ayuda a eliminar las manchas.

El aceite de coco también está ganando fama como blanqueador natural. Este método, conocido como «oil pulling», consiste en enjuagarte la boca con una cucharada de aceite de coco durante unos 10-15 minutos. El aceite ayuda a eliminar toxinas y bacterias, dejando los dientes más brillantes y limpios.

Tratamientos profesionales: cuando nada más funciona

Los tratamientos profesionales para blanquear los dientes se basan en principios químicos y físicos que permiten aclarar el tono dental de forma controlada, segura y eficaz. Estos procedimientos, realizados por odontólogos, están diseñados para penetrar en el esmalte y eliminar tanto las manchas superficiales como las más profundas que se encuentran en la dentina.

Blanqueamiento en clínica con luz LED o láser

El blanqueamiento con luz LED o láser es uno de los métodos más rápidos y efectivos para aclarar los dientes. Este procedimiento utiliza un gel a base de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida en concentraciones que pueden variar entre el 25% y el 40%. Este gel actúa como agente blanqueador, liberando moléculas de oxígeno que penetran en el esmalte y la dentina para descomponer las moléculas responsables de las manchas.

La activación con luz LED o láser acelera esta reacción química, reduciendo el tiempo necesario para obtener resultados visibles. Aunque la luz no blanquea directamente los dientes, actúa como un catalizador que intensifica la acción del peróxido. El proceso suele durar entre 45 minutos y una hora, dependiendo del caso. Es importante mencionar que este tratamiento debe ser aplicado por un profesional capacitado para evitar sensibilidad excesiva o daño al esmalte.

Férulas blanqueadoras para usar en casa

Las férulas blanqueadoras son un tratamiento más gradual pero igualmente eficaz. Este método combina la personalización de una férula fabricada a medida del paciente (lo que asegura que el gel esté en contacto constante y uniforme con los dientes, evitando fugas que puedan irritar las encías) con la aplicación de un gel blanqueador de menor concentración, generalmente entre el 10% y el 22% de peróxido de carbamida. El paciente debe usar estas férulas durante varias horas al día, normalmente por la noche, durante un período de entre una y cuatro semanas.

Kit de blanqueamiento dental en casa

Una alternativa práctica y accesible para conseguir dientes más blancos son los kits de blanqueamiento dental para usar en casa. Estos kits suelen incluir geles blanqueadores con peróxido de carbamida o de hidrógeno, aplicadores específicos como moldes o pinceles, y a veces una luz LED para potenciar la eficacia del tratamiento. Los kits de blanqueamiento en casa ofrecen resultados graduales y pueden ser una buena opción para quienes desean mejorar el tono de sus dientes sin recurrir a tratamientos profesionales, siempre y cuando se sigan las indicaciones para evitar sensibilidad o daño al esmalte.

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