Al igual que en muchas otras enfermedades, alrededor de la figura del párkinson existen una infinidad de mitos que obligan a los especialistas a desmentirlos con rotundidad. Es el caso de la Fundación Española de Párkinson (FEP), quien a finales del pasado año lanzó una infografía para recalcar algunos aspectos fundamentales sobre los que existe cierto desconocimiento.
En primer lugar aclararon que el párkinson no es una enfermedad hereditaria. Los especialistas afirman que apenas un 10-15 por ciento de los pacientes tienen algún familiar con enfermedad.
También salen al paso de la afirmación que define a esta como “una enfermedad de mayores”. “Aunque aparece con más frecuencia entre los 40 y los 70 años, hay casos de párkinson en personas jóvenes”, añaden sobre una enfermedad que no hace distinción entre sexos ni razas.
Además, desmontan que produzca demencia. Sí reconocen que puede generar dificultades para hacer determinados movimientos y para expresarse, lo que deriva en el frecuente error de asociar esta lentitud de respuesta a procesos demenciales.
Un problema como el párkinson que, pensamos, los temblores nos hacen despertar la alerta. Es el síntoma más popular pero “no todas las personas lo padecen”. De hecho, los temblores pueden ser a causa de otras enfermedades como un Hungtington o simplemente la toma de algunos fármacos.
Afecta la capacidad para desempeñar actividades de la vida diaria de manera independiente y se llega a necesitar ayuda de una persona para realizar tareas cotidianas. No es una enfermedad mortal y se recomienda llevar a cabo un tratamiento farmacológico con terapias rehabilitadoras como fisioterapia o logopedia.
Finalmente recalcan que, además de los especialistas, existen diferentes asociaciones de párkinson “repartidas por todo el país” para prestar atención.