La sordera súbita es el término más común que se utiliza para hablar de la ‘hipoacusia súbita neurosensorial idiopática’ (HSNSI), y se define como la pérdida de audición neurosensorial de al menos 30 dB en tres frecuencias contiguas que se implanta de manera súbita o muy rápida en menos de tres días. Lo mas habitual es que esta patología se presente de manera unilateral en el 98 – 99% de los casos. También puede asociarse con acúfenos (70% de los casos), vértigos de intensidad variable (40%) o cefaleas.
¿Qué provoca la sordera súbita?
La etiopatología de la sordera súbita sigue siendo de origen desconocido, aunque se proponen algunas teorías siendo las causas vasculares, virales y autoinmunes las más extendidas. Otras causas probables incluyen traumatismos, medicamentos ototóxicos, determinadas toxinas, respuesta del estrés y ruptura de la membrana laberíntica.
La irrigación y la oxigenación de la cóclea, estructura auditiva del oído, está únicamente garantizada por la arteria laberíntica, provocando que el oído sea susceptible a alteraciones de la microcirculación sanguínea. Experimentalmente, se ha demostrado que hay disminución de la presión parcial de oxígeno en la perilinfa en los pacientes con HSNSI.
¿Cómo tratar la sordera súbita?
A pesar del porcentaje significativo de recuperación espontánea, el desconocimiento etiopatogénico y el impredecible curso de la evolución de la enfermedad obliga a aplicar una terapia optimizada urgente.
Se han propuesto y utilizado innumerables tipos de tratamientos, aislados o combinados, para el abordaje de HSNSI. Y aunque el de mayor elección sigue siendo la terapia con corticosteroides, su efectividad es algo impredecible.
La Oxigenoterapia Hiperbárica (OHB) es actualmente una terapia de primera línea en el tratamiento de la HSNSI, si bien se prescribe simultáneamente con corticoterapia (siendo un ejemplo de sinergismo terapeútico).
Desde la décima Conferencia del Consenso del Comité Europeo para la Medicina Hiperbárica, la OHB en el tratamiento de la HSNSI durante las dos primeras semanas, fue clasificada como recomendación tipo 1 (la máxima) con el nivel de evidencia B. que se instituyó, no recomendandose seis meses después de la aparición de la sordera.
La OHB consiste en la administración de oxígeno 100% a una presión entre 2 – 3 veces mayor que la presión atmosférica dentro de unos equipos médicos llamados cámaras hiperbáricas. Entre los múltiples efectos fisiológicos obtenidos durante una sesión de OHB, el aumento de la tensión de oxígeno hasta el 450% de su valor basal, compensando los eventuales déficits de perfusión sanguínea, ejerce un potente efecto antiedematoso, y provoca un aumento en la distancia de difusión del oxígeno.
Por tanto, la terapia de oxígeno hiperbárico (OHB), por los principios fisiológicos y terapéuticos descritos, asi como las alteraciones histológicas encontradas en las tablas de la HSNSI, tienen una aplicación terapéutica contrastada enorme.
El Dr. Öscar Ferraz Camacho, asesor técnico de clinicas CareOx y su unidad hiperbárica, es responsable de la unidad de medicina hiperbárica del hospital Pedro Hispano ubicado en Matosinhos. Dicha unidad comenzó a desempeñar sus funciones en 2006 y es desde entonces la referencia del norte y centro de Portugal de pacientes urgentes y rutinarios con la indicación para OTH. En este centro sanitario desde 2006 a 2017, 945 pacientes fueron tratados con la diagnosis de sordera subita, con una distribución similar por género y oído afectado.
El análisis general de los resultados reveló una recuperación media de 35,8 DB, y el subgrupo de pacientes tratados concomitantemente con OHB y corticoterapia mostraron resultados estadísticamente mejores.
En conclusión, la sordera súbita, se debe tratar inmediatamente en los primeros días desde el inicio de los síntomas con sesiones de corticoterapia, junto con sesiones de Oxigenoterapia Hiperbárica durante los primeros primeros quince días desde el inicio agudo de la enfermedad.