Es sabido que en verano, muchas veces nos levantamos con la sensación de no haber descansado lo que deberíamos. El insomnio estival, estacional, o la percepción que tiene una persona de falta de sueño es un fenómeno más frecuente de lo que creemos, porque al menos un 25% de la población ha experimentado problemas de sueño durante los meses de julio y agosto, mientras que su descanso el resto del año ha sido regular y placentero.
Aunque es cierto que se trata de un problema pasajero y que se presupone que lo veremos solucionado al fin de la estación, puede repercutirnos muy negativamente en nuestra actividad diaria, pese a que de ocio se trata. Pero ¿a qué se debe esta circunstancia? ¿Por qué es diferente el verano en cuanto a descanso se refiere? ¿No se supone que deberíamos de estar más descansados? Son varios los factores que hacen más propicio este trastorno durante esta época del año, y también son sencillos los remedios para seguir disfrutando un buen descanso en verano.
Vamos a detallarlos:
• Rutinas de sueño: En verano se exceden los límites de nuestra capacidad biológica de sincronización del sueño. Si todos los días alteramos en 2 ó 3 horas el ir a la cama y el despertarnos, al final empiezan a aparecer problemas de conciliación del sueño. Lo ideal es establecer un ritual, que no nos afecte al sueño, siempre ir a la cama a las mismas horas, con condiciones similares.
• Ruidos: Parece una cuestión banal, pero el dormir con las ventanas abiertas, práctica habitual en nuestros hogares en verano, puede hacer que se sobrepase el límite de decibelios que se consideran óptimos para dormir, que serían para dentro de una habitación 35 Db. Parece ser la cuestión más difícil de atajar, ya que en la mayoría de las ocasiones, esta circunstancia es ajena a nuestra voluntad; una solución podría ser «mudarnos» a las estancias más aisladas de ruido de nuestra casa.
• Más luz: En verano, disfrutamos de más horas de luz, pero esto también es un arma de doble filo para nuestro descanso. La melatonina, una hormona fundamental para conciliar y mantener el sueño, comienza a segregarse por la glándula pineal cuando la luz se atenúa. A más horas de sol, puede llegar a alterarse la producción de la misma. Conviene entonces tomar el sol, lejos de las horas finales del día
• Siestas: Esta sana costumbres española, propicia en verano por las altas temperaturas que se alcanzan, hacen que sea nuestra actividad preferida durante la sobremesa. Si se alarga más de media hora, nos causará problemas de insomnio durante la noche, es por esto que conviene no excederse de este tiempo en el disfrute de la misma.
• Temperatura: Sufrir temperaturas extremas durante el descanso, puede hacer que se interrumpan las fases naturales del sueño. La temperatura se relaciona directamente con la temperatura ambiente de la habitación y es fundamental que se mantenga entre 20 y 22ºC, pero también influye el soporte para dormir y a las prendas con las que nos acostamos.
En Grupo Lo Monaco hemos desarrollado la tecnología Airflow®, a modo de banda distribuida por el perímetro de la funda del colchón, lo que permite la aireación continua del equipo de descanso durante el sueño. Además el Látex Natura de Grupo Lo Monaco, está compuesto por millones de burbujas de látex interconectadas entre sí, que hacen que el intercambio de aire sea constante, configurando un material atérmico y perfectamente preparado para proporcionar un sueño sin calor. También son importantes los tejidos utilizados para elaborar la funda del colchón; estos deben ser textiles transpirables y que hagan la función de segunda piel.
Dada la multitud de factores, no están todas las que son, aunque sí son todas las que están. En la próxima publicación, seguiremos ahondando en este tema del insomnio estival y sus soluciones.