La Asociación Española contra el Cáncer ha comprobado el grado de desconocimiento que hay actualmente del cáncer de tiroides en la población en general, no sólo en cuanto a aspectos específicos, sino también en los más básicos como pueden ser tratamiento recibido o el especialista de referencia en esta enfermedad. El cáncer de tiroides es el tumor endocrino más común y representa el uno por ciento de todas las neoplasias. Afecta con más frecuencia a la franja de edad que oscila entre los 20 y los 40 años y se encuentra entre los cinco tumores más frecuentes en personas de estas edades.
El manejo del cáncer de tiroides tienes unas características que difieren enormemente de la mayoría de los procesos oncológicos. El yodo radiactivo es el tratamiento más frecuente, después de la cirugía, y el médico de referencia para los pacientes es endocrinólogo. La incidencia ha aumentado mucho en las últimas décadas debido a una mejoría en los instrumentos diagnósticos, aunque, según el coordinador del Grupo de Trabajo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el doctor Juan Carlos Galofré, «también pueden existir elementos genéticos o ambientales que incrementen esta tendencia«.
En el cáncer de tiroides la única prevención es el diagnóstico precoz, según este especialista, que recomienda que ante todo nódulo tiroideo sospechoso se realice un estudio citólogico mediante una punción, aunque «solo el 5 % de los nódulos son malignos». No obstante, y a pesar de que más de la mitad de la población no sabe nada o casi nada sobre el cáncer de tiroides, un 70 % de la población identifica la presencia de nódulos como un factor de riesgo relacionado al cáncer de tiroides.
Este alto porcentaje parece estar vinculado a la asociación que se hace manera global entre un bulto o un nódulo y cualquier tipo de tumor. Para reivindicar una mayor información sobre esta patología , los miembros de la asociación guardarán el próximo sábado un minuto de silencio «contra el silencio».