El análisis en muestras de pacientes ha sido posible gracias a la colaboración con el Hospital Universitario Fundación Alcorcón y la Universidad Complutense de Madrid. El estudio explica cómo podrían actuar los inhibidores para NOX4, que existen actualmente en el mercado, si se emplean como tratamiento en pacientes con fibrosis hepática.
La investigación parte del estudio de la función de una citoquina llamada factor de crecimiento transformante tipo beta (TGF-beta) en la fisiopatología del hígado, que es una de las principales líneas de investigación de un grupo del IDIBELL, dirigido por Isabel Fabregat. Los procesos de fibrosis hepática son una patología en la que se produce una sobreproducción de proteínas de matriz extracelular en el tejido hepático. Durante la fibrosis, los niveles del TGF-beta aumentan y se genera una activación de las células productoras de matriz extracelular y otros posibles fenómenos que conducen a la muerte de los hepatocitos.
La enzima NOX4, que actúa en la vía del TGF-beta, juega un importante papel en la fibrosis, tanto en in vivo, en modelos experimentales de fibrosis de ratón, como in vitro, con células en cultivo, explican los investigadores. «Cancelando NOX4 se previene tanto la activación de las células productoras de matriz extracelular como la muerte de los hepatocitos«, afirman los científicos del IDIBELL.
El trabajo también demuestra que los niveles de NOX4 son muy altos en muestras de pacientes en diferentes estadios de fibrosis provocada por infección con virus de hepatitis C.
