Jiménez explicó que en el colectivo adulto-juvenil, con quien se está cebando el virus, se aplicará el mismo criterio que con el resto de la población: serán vacunados «todos» los que tengan patologías de base o alguna enfermedad crónica.
La gripe común ataca a los sistemas inmunológicos más débiles, a los niños pequeños y a las personas mayores, pero no así el AH1N1 que afecta más a los jóvenes. «Digamos que el problema principal no es tanto el que las personas se contagien con una mayor rapidez, sino que hay grupos y colectivos de población que son más vulnerables al virus», subrayó en alusión a las embarazadas, los niños o los enfermos crónicos, ya que pueden sufrir «un cuadro clínico de gravedad».
De hecho, insistió, en la «inmensa mayoría» de los casos referidos de adultos jóvenes los pacientes muestran «síntomas leves» que se combaten con analgésicos, reposo y la ingesta de líquidos. La ministra expresó su confianza en que no se produzca una venta «ilegal» de la vacuna, a través de vías como Internet, porque las primeras dosis las tienen comprometidas las empresas farmacéuticas con los gobiernos.
«No va a haber una distribución por el canal privado, sobre todo de las primeras vacunas», subrayó Jiménez, quien ha reservado con dos empresas australianas 37 millones de dosis y en el contrato está «expresamente fijado que España será uno de los primeros países europeos en recibirla».
Reservas estratégicas
En su opinión, la distribución de las primeras vacunas no se pondrá en manos privadas salvo que «alguien hiciera un uso fraudulento» de la reserva estratégica que tienen los gobiernos.
No obstante, una vez que las Administraciones estén ya servidas y los grupos de riesgo hayan sido inmunizados, la profilaxis «se pondrá en el canal privado y cada uno podrá acceder a ella en la manera en que crea conveniente».
Trinidad Jiménez argumentó que aunque el fármaco no estuviera disponible para la población hasta diciembre, eso no le restaría eficacia. Resaltó que se está intentando «acortar los tiempos», de tal manera que «ni siquiera se va a esperar la conclusión de todos los ensayos clínicos necesarios» porque «los reglamentos sanitarios internacionales establecidos lo permiten».