Un total de 156 personas sufrieron golpes de calor en la comunidad el verano pasado como consecuencia de las altas temperaturas que se suele registrar durante el período estival.
Siete de estas personas fallecieron por esta causa, que se manifiesta con una rápida subida de la temperatura corporal, un fallo del mecanismo de termoregulación y unos síntomas caracterizados por la falta de sudor, mareos, confusión y enrojecimiento y sequedad de la piel, entre otros.
Dos de los casos correspondieron a personas que estaban trabajando al aire libre, dos fallecimientos ocurrieron en la vía pública y tres en domicilio. Igualmente, en 2010 los servicios sanitarios contabilizaron hasta 802 urgencias de personas que había sufrido un agravamiento de sus patologías de base como consecuencia de la subida del mercurio.
El perfil de este tipo de personas se suele corresponder con personas mayores con patología crónicas, en su mayoría mujeres y que viven solas o con otra persona también de avanzada edad. No obstante, en este grupo suelen estar también enclavadas personas polimedicadas y las que acaban de salir de una hospitalización por causas como una intervención quirúrgica.
Por provincias, la Junta de Andalucía ha indicado que el 79 por ciento de los casos de patologías agravadas por calor tuvieron lugar en Sevilla (635), mientras que el 68 por ciento del total de golpes de calor se acumularon en Málaga (16), Huelva (14) y Cádiz (12). Además, entre el 1 de junio y el 15 de septiembre del pasado año se activaron las alertas por la subida de las temperaturas previstas en el plan de prevención en un total de 16 días, afectando a las provincias de Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla.