Como profesionales sabemos que la nariz es sólo un componente del perfil,en el también intervienen el tamaño y forma de la frente,del mentón y de los ángulos y curvas existentes entre ellos. Se pretende que cada vez se consiga máxima naturalidad,una belleza que no vaya diciendo que se ha conseguido por cirugía. Y si bien hay mujeres de rasgos marcados que pueden estar bellas con un buen apéndice nasal,la mayoría nos beneficiamos más de una nariz con patrón nórdico,es decir más respingoncitas y de contornos más delicados,que además suavizan los rasgos y rejuvenecen. En el caso de los hombres se realiza un remodelado que no les disminuya su aspecto de fortaleza física,por lo que la corrección sigue otros cánones. Debe realizarse siempre por un profesional que haya entendido su requerimiento,en un hospital. Generalmente se realiza bajo anestesia general ,con toda la preparación pre-operatoria del paciente. Normalmente se realiza mediante abordaje interno,se llama entonces rinoplastia cerrada,y en ocasiones a través de una incisión en la columela,y entonces es abierta. Puede realizarse a la vez la corrección de otros componentes del perfil,si fuesen necesarios,como el mentón poco proyectado,los labios,la restauración del volumen de pómulos, etc. Tras el paso por reanimación el paciente puede retornar el mismo día o alas 24 horas a su domicilio. Lo más molesto es el taponamiento nasal,que es necesario llevar el primer día,pero tras realizarse su extracción el paciente vive con ilusión la retirada de la escayola,que se realiza a la semana, para ver su nuevo aspecto,que para muchos de su entorno va a ser detectado como «estás mas guapo y no sé qué es lo que te has hecho» o «tienes un aspecto rejuvenecido».
La rinoplastia nos hace disfrutar tanto al cirujano, que se vuelca en su técnica, conocimiento y sensibilidad artística, como al paciente, que se siente feliz con su nuevo aspecto,pero sólo si lo necesitas.