La palabra
Quiromasaje, procede de la voz griega “quiros”, que significa manos y la voz masaje. Quiromasaje significa “masaje con las manos” y, como definición, podríamos decir que es el conjunto de técnicas aplicadas con las manos en diferentes partes del cuerpo cuyo objetivo es buscar el bienestar íntegro de la persona, tanto físico como psicológico.
El masaje es un remedio terapéutico que ha acompañado al hombre desde el albor de los tiempos con un objetivo principal, “eliminar o atenuar el dolor y mejorar la calidad de vida”. En algunas culturas primitivas fue el único e indispensable remedio contra ciertas enfermedades. Por sus escasas contraindicaciones y efectos secundarios, así como su facilidad para la aplicación, el masaje es una técnica universal, presente en prácticamente todas las latitudes y culturas.
Actualmente, se requiere un alto grado de especialización profesional para que cualquier modalidad de masaje resulte terapéuticamente efectiva. Una de esas modalidades es el Quiromasaje y el trabajo de este especialista está orientado al bienestar, el alivio de tensiones, la prevención y la mejora física, pero nunca hay que confundirlo con el trabajo del Fisoterapeuta, ya que no puede tratar lesiones musculares ni cualquier otra lesión diagnosticada por el médico.
El entorno de trabajo del Quiromasajista es el SPA, Balneario, Gimnasio, Centros de Estética, Centros Wellness o consultas privadas. Para unos el masaje es un arte, para otros es una técnica que requiere ser más o menos depurada, pero en la que el aspecto psico-afectivo juega un papel importante.
Se dice que hay personas que “han nacido para el masaje” por la destreza, habilidad manual e intuición de sus manos y es evidente que otras personas por muchos cursos y prácticas que realicen nunca llegarán a alcanzar el nivel óptimo para garantizar la eficacia de la técnica. De ahí que podríamos llegar a la conclusión de que “no se aprende a dar masaje, se nace para el masaje”. El masaje es algo más que un simple gesto o conjunto de maniobras manuales, es una forma excepcional de comunicarse sin palabras y de transmitir a través de las manos, sensaciones agradables, placenteras, energía curativa y relajación psico-física.
Ana Isabel Guijarro de Haro
Quiromasajista y Especialista en Técnicas Naturales