Una vacuna en gotas sobre la piel de la oreja podría evitar la otitis en los niños, según un estudio del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Columbus en Estados Unidos. El método, denominado ‘inmunización transcutánea’, se ha hecho público durante la reunión general de la Sociedad Americana de Microbiología acontecida en Filadelfia (Estados Unidos).
Según explica Laura Novotny, una de las investigadoras del estudio, «nuestros datos son los primeros que muestran que la inmunización transcutánea es un medio eficaz para prevenir las infecciones de oído y sienta las bases para una forma eficaz, simple y barata de administrar vacunas».
La ‘influenzae Haemophilus’ no tipificable (NTHi, según sus siglas en inglés) es una de las tres principales causas bacterianas de la otitis media, una infección o inflamación del oído medio. Se estima que sólo en los Estados Unidos el 83 por ciento de los niños sufrirán al menos una infección de oído antes de los tres años de edad.
Las infecciones actuales se controlan con antibióticos, sin embargo, la aparición de microorganismos resistentes a estos fármacos supone un problema. Las intervenciones que insertan tubos a través de la membrana timpánica alivian los síntomas de dolor pero el procedimiento es invasivo y requiere que el niño esté bajo anestesia general.
«Hemos diseñado varias posibles vacunas que se dirigen a proteínas de la superficie exterior de esta bacteria. Trabajos anteriores en nuestro laboratorio mostraron que después de la inmunización por inyección, cada una de estas vacunas prevenía las infecciones experimentales de oído causadas por la NTHi. En este estudio queríamos probar un método alternativo pero igual de eficaz para administrar la vacuna», explica Novotny.
El método, llamado inmunización transcutánea, supone situar una gota de cada vacuna sobre la oreja y frotarla hacia la piel.
En este estudio los investigadores inmunizaron a cuatro grupos de chinchillas con una de las tres vacunas posibles. Un cuarto grupo de animales recibió un placebo. Cada vacuna se situó sobre los orejas de las chinchillas una vez a la semana durante tres semanas. Todos los animales fueron inoculados con NTHi a través de la nariz y directamente en su oído medio.
Según los investigadores, los animales que recibieron las vacunas fueron capaces de reducir con rapidez o eliminar por completo la NTHi de su nariz y oídos pero los animales que recibieron el placebo no pudieron hacerlo