El próximo lunes 21 dará comienzo la estación más gélida del año, que invita -por encima de cualquiera otra época- a estar en casa cómodo y sentir el confort que sólo nuestro hogar puede proporcionarnos.
Después de un otoño cálido, quizás no hayas prestado demasiada atención al equipamiento de tu cama, necesario para no pasar frío ni calor mientras duermes. Uno de los efectos colaterales de abrigarse mucho y con ropa de cama inadecuada, es conseguir el efecto contrario. ¿No te has pasado alguna vez toda la noche tapándote y destapándote para conseguir la temperatura perfecta?
Despertarnos varias veces a lo largo de la noche, a consecuencia de una temperatura inadecuada, no ayuda a conseguir un sueño reparador. Sufrir temperaturas extremas provoca que se interrumpan las fases naturales del sueño y que no se alcancen los niveles de relajación óptimos y necesarios. Además, la temperatura se regula peor mientras dormimos, tiende a bajar, y para mantenerla constante existen múltiples mecanismos que nuestro organismo pone en funcionamiento.
Lo ideal es ayudar a esta termorregulación a través de elementos de nuestro equipo de descanso que faciliten el equilibrio térmico. Existen fibras y tejidos que permiten, mejor que otros, la transpiración:
Algodón: lo ideal es que las sábanas y fundas nórdicas estén compuestas de al menos un 50% de algodón. Esta fibra natural es cálida en el invierno ya que toma la temperatura de nuestro cuerpo y no retiene humedad.
Lana merina: Las dos propiedades fundamentales de esta fibra natural son la higroscopicidad y el aislamiento térmico que proporciona. La lana merina tiene la capacidad de absorber la humedad que el cuerpo desprende, sin humedecerse. Además, es un aislante natural que dificulta el intercambio térmico, creándose un microclima ideal y equilibrado cuando es utilizada como prenda de abrigo. Éste es el material utilizado para fabricar algunas piezas de ropa de cama que Grupo Lo Monaco incorpora en su catálogo, como son el cubre colchón, el cubre almohada y la gama de mantas de lana merina.
En el caso de los edredones nórdicos, es el gramaje del producto el que determinará su poder calorífico. Además, fruto de aplicar la tecnología a los elementos del equipo de descanso, existen diseños en el mercado (como el nórdico Air Comfort de Grupo Lo Monaco), que incorporan estructuras que permiten aprovechar los movimientos corporales durante el sueño renovando el aire y facilitando el conseguir la temperatura perfecta.
La temperatura de contacto del durmiente con el colchón debe ser la menor posible. Bajo el paraguas de esta misma tecnología de la que venimos hablando, existen estructuras que se incorporan al colchón para minimizar los efectos en la temperatura que este contacto puede provocar, como es el sistema Airflow®360º, que incorpora Grupo Lo Monaco en su gama Triple Natura Plus.