La vitamina D cumple un papel primordial en el organismo, ya que es necesaria para la absorción del calcio y el fósforo, entre otras funciones del cuerpo. La falta de vitamina D puede causar osteopororis y raquitismo, por lo que es importante recibir la cantidad adecuada a través de la luz del sol y ciertos alimentos.
Funciones de la vitamina D
La vitamina D es una vitamina liposoluble que cumple varias funciones en el organismo:
- Ayuda a absorber el calcio y el fósforo de los alimentos en el intestino: el calcio (mineral esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos fuertes) no puede ser absorbido sin vitamina D. Consecuentemente, esta vitamina participa en el desarrollo del esqueleto y mantiene los huesos fuertes.
- Incrementa la reabsorción de calcio y fósforo en el riñón, resultando esencial para mantener la concentración de estos minerales en sangre y para la mineralización ósea.
- Es necesaria para que los nervios transmitan los mensajes del cerebro al resto del cuerpo.
- Es utilizada por el sistema inmunitario para combatir virus y bacterias.
- Cumple una función protectora frente a algunos tipos de cáncer: algunos estudios han demostrado que la vitamina D puede ejercer un papel protector frente al cáncer de próstata, colon, mama y pie.
Cómo obtener vitamina D
La vitamina D se puede obtener a través de dos fuentes:
- Sol: la piel produce vitamina D al exponerse directamente a la luz solar. Una exposición a los rayos ultravioleta durante 15 minutos tres o cuatro días a la semana garantiza niveles adecuados de esta vitamina.
- Alimentos: los pescados grasos como el atún, la caballa y el salmón son una de las mejores fuentes de vitamina D. También el queso, las yemas de huevo, el hígado de ternera y los hongos aportan esta vitamina, aunque en menor cantidad.
Además, hoy en día se producen muchos alimentos enriquecidos con esta vitamina (leches, yogures, zumo…) y también se venden suplementos vitamínicos para completar las necesidades del organismo. No obstante, en general las personas que siguen una dieta equilibrada y salen a la calle de forma habitual no necesitan complementar la vitamina D.
Deficiencia de vitamina D
La deficiencia de vitamina D puede tener diferentes consecuencias, entre ellas:
- Aumento del riesgo de desarrollar raquitismo en los niños, una enfermedad rara que hace que los huesos se vuelvan blandos y se doblen.
- Pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas de huesos.
- Aumento del riesgo de sufrir osteomalacia en los adultos, una enfermedad que causa debilidad en los huesos.
Las personas que están en mayor riesgo de sufrir la deficiencia de vitamina D son las de la tercera edad y los pacientes con obesidad, enfermedad renal, hipertiroidismo, enfermedad de Crohn y problemas hepáticos, entre otros.
Exceso de vitamina D
Aunque los efectos de la falta de vitamina D pueden ser muy negativos, un exceso de la misma también puede resultar perjudicial para la salud. Al favorecer la absorción de calcio a través del intestino, el exceso de vitamina D puede provocar hipercalcemia (exceso de calcio en sangre) que se puede manifestar a través de:
- Formación de cálculos renales.
- Daños en los riñones.
- Formación de depósitos de calcio en tejidos blandos como los pulmones o el corazón.
- Episodios de confusión y desorientación.
- Extreñimiento.
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida de peso.
- Sensación de debilidad.
La mayoría de los casos de toxicidad por vitamina D son resultado del consumo excesivo de suplementos alimenticios. La exposición al sol no causa intoxicación por vitamina D porque el cuerpo limita la cantidad producida de la misma.