Los efectos negativos de la marihuana superan cualquier beneficio que su consumo pueda traer a los pacientes con esclerosis múltiple, según un artículo que ha publicado la revista Neurology.
La esclerosis múltiple (EM) es un trastorno del sistema inmunitario que afecta el sistema nervioso central y causa espasmos y dolores musculares, la pérdida del equilibrio, pérdida de la visión, adormecimiento de los miembros, y pérdida de memoria. En Estados Unidos hay aproximadamente 400.000 personas con EM, y cada semana hay un promedio de 200 nuevos diagnósticos, según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple.
El artículo en la revista que publica la Academia Estadounidense de Neurología señala que algunas pruebas clínicas han dado cuenta de beneficios leves del uso de marihuana para el alivio de los dolores, los trastornos en el funcionamiento de la vejiga y los espasmos vinculados con la esclerosis múltiple.
Los investigadores estudiaron dos grupos de 25 personas cada uno, con edades de 18 a 65 años y afectados por EM. Uno de los grupos usó marihuana y el otro estuvo compuesto por personas que dijeron que no habían consumido marihuana en muchos años. Los investigadores recurrieron a análisis de orina para confirmar que era correcto. Los grupos se conformaron, además, de manera que no hubiese diferencias significativas de edad, género, nivel de educación, cociente intelectual antes del diagnóstico, nivel de incapacidad y duración de los episodios de EM.
Fumadores habituales
En promedio la duración del uso de marihuana fue de 26 años. El 72 por ciento de los usuarios indicó que habían fumado marihuana a diario en tanto que el 24 por ciento señaló que su consumo de la droga era semanal, y una persona dijo que había consumido marihuana una vez cada dos semanas. Los investigadores sometieron a prueba las destrezas cognitivas de los participantes en el estudio.
Los datos muestran que las personas que habían usado marihuana tenían un desempeño significativamente peor en lo que respecta a la atención, la velocidad de pensamiento, las funciones ejecutivas y la percepción visual de las relaciones espaciales entre objetos. Por ejemplo, en una prueba de la velocidad de procesamiento de la información, las personas que consumieron marihuana tuvieron una puntuación de un tercio por debajo de las que no habían usado marihuana.
Asimismo las personas que fumaron marihuana resultaron dos veces más propensas que los no usuarios de ser clasificados como individuos con deterioro de la capacidad cognitiva, lo cual se define como impedimentos en dos o más aspectos del funcionamiento intelectual. «Teniendo en cuenta, para empezar, que ya del 40 al 60 por ciento de los pacientes con EM tienen problemas con la función cognitiva, cualquier droga que aumente esos impedimentos es una causa de preocupación», dijo Anthony Feinstein, del Centro Sunnybrook de Servicios de Salud y la Universidad de Toronto, en Ontario (Canadá).
«Este estudio proporciona pruebas clínicas de que el uso prolongado de la marihuana, fumada o ingerida, en los pacientes con EM aparece asociado con un desempeño cognitivo deficiente y que deben tenerse en cuenta estos efectos contra cualquier beneficio posible del uso de marihuana con propósitos médicos», añadió.